Vídeo: el chotis nupcial de Almeida y Teresa Urquijo

La castiza boda del alcalde de Madrid reúne a la plana mayor del PP en una ceremonia con los reyes eméritos y las infantas Elena y Cristina

Con cuarenta minutos de antelación, sin haber pegado ojo en toda la noche y resoplando, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, llegó a la puerta de la Iglesia de San Francisco de Borja para contraer matrimonio con Teresa Urquijo. «Muy emocionado y muy nervioso», confesó. «Es el mejor día de mi vida», dijo, abrumado y sorprendido por cariño de los ciudadanos agolpados en los alrededores del templo.

Almeida, de impecable chaqué, fue recibiendo a cada uno de los 400 invitados que estuvieron en la iglesia, ya que otro centenar, entre los que se encontraba la reina Sofía, fueron directamente a la finca en la que se celebró el convite.

«No está invitado Juan Ortega», bromeó el alcalde mientras posaba con sus hermanos -la mayor, Casilda, ejerció de madrina-, nombrando al torero que horas antes de su boda dio la espantada en Jerez.

Una de las sorpresas de la mañana fue ver a don Juan Carlos llegar al templo, algo que no se preveía. Lo hizo poco después de la infanta Cristina -con un dos piezas confeccionado por Lorenzo Caprile, el mismo diseñador que firmó su traje de novia-, acompañada de su hijo Juan Valentín.

A continuación lo hizo, la infanta Elena, con Froilán y Victoria Federica. La sobrina de Felipe VI se enfundó un vestido de Himba Collection, la firma de sus amigos María García de Jaime y Tomás Páramo. Una pieza de 199,95 euros que se agotó al poco de ver a la joven entrar a la iglesia y que la marca tuvo que volver a reponer rápidamente para aprovechar el tirón mediático.

A la ceremonia no faltó la plana mayor del PP, encabezada por el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, y su pareja Eva Cárdenas -solo acudieron al acto religioso- y, la más ovacionada de la jornada, Isabel Díaz Ayuso, muy favorecida con un vestido de su firma de cabecera, Victoria, quien se dio un baño de masas.

A la presidenta madrileña la acompañaba Alfonso Serrano, secretario general de los populares en Madrid. José María Aznar y Ana Botella, Esperanza Aguirre y los presidentes de Castilla y León, Murcia, Galicia y Aragón, así como los exalcaldes madrileños Alberto Ruiz-Gallardón y José María Álvarez del Manzano, entre muchos otros, integraron la nómina popular.

El vestido de la novia

También acaparó los flashes Carla Pereyra, mujer de Diego 'Cholo' Simeone, entrenador del Atlético de Madrid. No faltó Luisa Bergel, hija del empresario Jaime Bergel, quien presentó al alcalde y a la analista de inversiones en una fiesta, como ya hiciera en su día con Tamara Falcó e Íñigo Onieva.

El príncipe Kubrat de Bulgaria y su esposa, Carla Royo-Villanova, la princesa Ana de Orleans, los duques de Huéscar, los duques de Terranova, Cristina de Borbón Dos-Sicilias... fueron algunos de los invitados por parte de la novia, que llegó al templo cuando pasaban seis minutos de las 12. Lo hizo Teresa Urquijo acompañada de su padre, el ejecutivo Lucas Urquijo Fernández de Araoz.

Se esperaba que acudiese con el vestido con el que se casaron su abuela y su madre, Beatriz Moreno y de Borbón. Una pieza confeccionada en 1961 por el maestro Pedro Rodríguez en brocado jacquard con hilo de plata con algunas modificaciones llevadas a cabo por Navascués.

La sorpresa fue que el traje del maestro de la costura fue totalmente desmontado y se realizó uno nuevo con el exquisito tejido, de talle alto, cuello con bies en rulo y manga abullonada. La cola es independiente, realizada en gazar de seda natural bordada en hilo plata. Un vestido acompañado por un velo de tul de seda natural y salones destalonados de Mascaró.

En el interior del templo, el rey emérito estuvo en primera fila compartiendo banco con la madre de la novia y con las infantas, con las que pasó, al igual que con sus nietos, a la salida de la iglesia, tras lo que, como los novios y el resto de invitados, se desplazaron a la finca 'El Canto de la Cruz', en la localidad madrileña de Colmenar Viejo, propiedad de los abuelos maternos de la novia, la princesa Teresa de Borbón-Dos Sicilias y su marido, Íñigo Moreno de Arteaga, marqués de Laserna.

Es allí donde se celebró el convite y donde los 500 invitados fueron agasajados con platos del prestigioso restaurante Lhardy. Las mesas estaban marcadas con el nombre de los distintos barrios de la capital y los novios se bailaron un chotis.

Tras la fiesta, parecía probable que el rey emérito se quedara en la finca de su prima, donde cría a sus purasangres, mientras que los recién casados iniciaban una luna de miel que comenzará en las paradisíacas Islas Maldivas y continuará en Bután, el reino de la felicidad. A su regreso podrán recoger los obsequios que los invitados hayan tenido a bien escoger de la extensa lista de boda que. En ella hay regalos para todos los bolsillos, desde una alfombra afgana de más de 7.000 euros, a un conjunto de posavasos de 14 euros, pasando por una vajilla de la Cartuja de Sevilla valorada en 1.115 euros.