Una investidura más pendiente del exterior que del interior del Parlament

Los juntaires Mònica Sales y Jordi Bertran han acompañado a Puigdemont, mientras que el PP lamenta el «bochorno y el esperpento» de la jornada

La de este jueves no ha sido, como se podía esperar, una jornada cualquiera. El anuncio del regreso a Catalunya del 130è President, Carles Puigdemont (Junts), ya hacía presagiar que todo era posible y que el protocolo tenía bastantes números de saltar por los aires. Sin embargo, como es habitual en el también exeurodiputado y exalcalde de Girona, la realidad ha superado todas las expectativas. Nadie acertó la quiniela. Seguramente, tampoco muchos de sus compañeros de grupo.

La de este 8 de agosto no ha sido una investidura normal. Y esto no es únicamente por el hecho de que, por primera vez desde la restauración de la democracia, un President del Parlament (Josep Rull) votara en contra de la investidura del President de la Generalitat –los únicos antecedentes parecidos fueron las abstenciones de Laura Borràs en la primera votación del 2021 y la de Joan Reventós en 1995–. Principalmente, fue un día intenso e inesperado porque los ojos estuvieron más pendientes del exterior del Parc de la Ciutadella que del interior del Parlament de Catalunya.

«Estaba inquieto»

El fugaz regreso y desaparición de Puigdemont se ha llevado la mayor parte de la atención mediática del día en el que Salvador Illa (PSC) ha sido avalado a las 19.32 horas como 133è President, a la espera de tomar posesión este sábado para formar el nuevo Govern en los próximos días. ¿Contará con algún conseller de Tarragona? Se aceptan apuestas.

Uno de los diputados que, por primera vez, asistía a un pleno de investidura fue el tarraconense Jordi Bertran, quien vivió de cerca el regreso del 130è President. «Estaba inquieto, he llegado a Barcelona a las 7.15 horas de la mañana», relataba el número 2 de la lista por Tarragona, quien acompañó a Puigdemont junto a la comitiva desde la calle Trafalgar hasta el escenario de Arc del Triomf.

«Ha sido un recorrido corto pero intenso, muy emotivo», detalló Bertran, quien reconoce que durante el pleno «he intentado mantener la solemnidad y el respeto que merece la investidura del President de la Generalitat».

Por su parte, Mònica Sales también ha realizado el trayecto hasta con el líder juntaire. «He visto a un President institucional, que ha hecho un acto de país y no de partido» resalta Sales, quien lamentó el «operativo antiterrorista» impulsado por el Govern de una ERC que «ha cambiado de bando para investir a Illa».

También estuvo presente en el acto de bienvenida a Puigdemont el portavoz de Junts en Tarragona, Jordi Sendra. «La última vez que nos vimos en la Catalunya Nord le dije que la próxima sería en Catalunya. Ha merecido la pena levantarse a las cinco de la mañana para ver su cara de emoción», recalcó el edil de la Plaça de la Font.

«¿Sánchez lo sabía?»

De manera muy diferente se vivió la jornada desde el PP. Lorena Roldán, número 2 por Tarragona, lamentó que «todo lo vivido ha sido un esperpento y un bochorno. Puigdemont ha dado un mitin a la vista de todo el mundo burlando cualquier tipo de control».

Ahora, Roldán se pregunta: ¿estaba el gobierno de Pedro Sánchez al corriente? Desde luego, las explicaciones están tardando en llegar. Los catalanes no merecemos nada de lo ocurrido hoy». Asimismo, la popular no es optimista con la nueva presidencia de Illa. «Ganó las elecciones mintiendo a todos los catalanes y mucho me temo que gobernará mintiendo también», dijo.

Desde la CUP, la tarraconense Laia Estrada vivía su segunda investidura. En esta ocasión reconoce que «el pleno ha estado impregnado de lo que ha sucedido con el 130è President, que evidencia que no nos encontramos en una situación de normalidad democrática» porque «se han vulnerado derechos civiles y políticos de muchos represaliados que no pueden beneficiarse de la Ley de Amnistía».

Asimismo, Estrada lamenta que «no se ha aprovechado el retorno de Puigdemont para reemprender la ruptura contra el Estado español, sino para servir a los intereses de Junts per Catalunya». Por ello, apuesta por «reconstruir» un movimiento popular independentista durante esta próxima legislatura. ¿Misión imposible? Tras lo vivido ayer en el Parc de la Ciutadella, mai diguis mai.