Semana clave para el ‘impuestazo’
Un acuerdo casi cerrado. La coalición de gobierno de PSOE y Sumar negocia con Junts y PNV los flecos una reforma fiscal con la mirada en los Presupuestos del 2025. El cambio de cromos para reconvertir el gravamen contempla desgravaciones para compensar a energéticas y bancos
El PSOE y Sumar tienen casi cerrado con Junts y el PNV (también con Bildu y ERC) el acuerdo que permitirá desbloquear la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado en línea expansiva, y de una reforma fiscal no menor que incluye los impuestos de Sociedades, IVA e IRPF, además de la conversión en impuestos de los gravámenes a banca y energéticas –el «impuestazo», que aportaría 3.000 millones al fisco–, según confirman fuentes de los negociadores y del Ministerio de Hacienda.
Este lunes y martes serán decisivos para rematar la entrada del PNV y de Junts en los acuerdos. Ambas formaciones son parte de la coalición que votó la moción de censura de Pedro Sánchez, pero su modelo fiscal está alejado del resto de socios. Poner a todos de acuerdo no ha sido coser y cantar. Sin embargo, para Sánchez, aprobar los Presupuestos es un paso adelante que le permitiría navegar el resto de la legislatura con menos sobresaltos.
El gran escollo para cerrar el acuerdo es la conversión en tributo permanente del gravamen temporal extraordinario a empresas energéticas y a la banca –parte del pacto de gobierno entre PSOE y Sumar–.
Se oponen abiertamente a la conversión las empresas afectadas, especialmente Repsol, que amenaza con trasladar inversiones fuera de España, entre ellas la ecoplanta y el electrolizador previstos en el polo petroquímico de Tarragona por valor de 1.100 millones de euros.
La solución, que Junts ve bien, consiste en aplicar el «impuestazo» a los beneficios en lugar de a las ventas, y ampliarlo a otras empresas, de manera que Hacienda no vea reducida su recaudación.
En paralelo, según el diario Expansión, ese ministerio estudia fórmulas para que las compañías puedan desgravar parte de esa carga fiscal a cambio de reinvertir las ganancias en proyectos de transición ecológica y economía sostenible. Las inversiones de Repsol en el polo petroqu’imico de Tarragona encajan en este concepto.
Junts «no pondrá en riesgo bajo ningún concepto las inversiones en Tarragona», afirmó tajantemente al Diari Míriam Nogueras, presidenta del grupo en el Congreso. Josep Maria Cruset, diputado por Tarragona, confirmó este extremo. Por su lado, el PNV ya ha logrado que Hacienda acepte suavizar el gravamen energético para compensar inversiones estratégicas, pese al rechazo de Sumar, ERC y Bildu. Los acuerdos se tramitarán como enmiendas a la transposición de la directiva europea para asegurar una tributación mínima del 15% en el Impuesto de Sociedades a multinacionales, según explica el digital especializado Demócrata. El Congreso ha alargado el plazo de enmiendas a esta norma durante meses en espera de esos acuerdos, que servirán para abrir pista a los Presupuestos. El cierre del pacto se ha retrasado para dar tiempo a los diputados de Junts, que celebraba este fin de semana su congreso, y para dejar pasar la tormenta que afecta a Sumar tras la retirada de Íñigo Errejón en medio de acusaciones de abuso sexual.
Hay otras reformas en juego. Junts ha pedido una rebaja del Impuesto de Sociedades para las pymes. El ejecutivo de Sánchez no lo ve mal si no se deterioran seriamente los ingresos de Hacienda. Esta semana se negociará el perímetro de esa reducción: solo microempresas o extendido a sociedades de mayor facturación.
En el impuesto sobre la renta, se da por hecha una mayor tributación de las rentas de capital para acercar su fiscalidad a las rentas del trabajo (salarios, autónomos...), tal como el gobierno español ya ha ejecutado en anteriores Presupuestos. Esta semana también será clave para conocer el detalle de estos cambios. Sumar pide elevar hasta el 33% el tipo máximo para rentas a partir de 200.000 euros y aumentar la progresividad de la tributación para rentas del trabajo con un nuevo tramo a partir de 150.000 euros.
Más variantes de acuerdo ofrece el IVA. Hay acuerdo amplio para rebajar el tipo aplicado a productos como pañales y alimentos sin gluten. Otra demanda, que solo resiste el PSOE, es rebajar al 10% el IVA sobre servicios veterinarios y de peluquería. Por su parte, Sumar insiste en aumentar el IVA aplicado a los servicios de sanidad y educación privados, hoy exentos. Junts y el PNV lo rechazan.
Las cesiones a que se vea obligado Sumar puede compensarlas en el capítulo de vivienda, su asunto estrella. Entre las propuestas de la izquierda figuran la prohibición de rebajas fiscales a propietarios que alquilen sus casas por encima del índice de precios de referencia y la reforma de los regímenes fiscales de socimis (Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario) y sicavs (Sociedades de Inversión de Capital Variable), dos vehículos de inversión muy empleados por las rentas altas para ahorrarse impuestos.
Otro de los acuerdos que se da por hecho es subir del 10% al 21% el IVA aplicado a los alojamientos turísticos, aunque Hacienda preferiría retrasarlo hasta que se apruebe una directiva sobre la cuestión que tramita la Unión Europea.