Sanción por falta grave a una fiscal anticorrupción con vínculos con Tarragona

La funcionaria Carmen García Cerdá está acusada de desobedecer las órdenes del fiscal jefe Alejandro Luzón en el curso de una investigación vinculada al exministro de Hacienda del PP Cristóbal Montoro

La Fiscalía General del Estado ha sancionado con 1.000 euros de multa por falta grave a la fiscal de Anticorrupción Carmen García Cerdá por desobedecer las órdenes del fiscal jefe Alejandro Luzón en el curso de la investigación en torno al despacho Equipo Económico, vinculado al exministro de Hacienda del PP Cristóbal Montoro.

Este ha sido el resultado del expediente que le abrió la Inspección de la Fiscalía General del Estado (FGE) a esta fiscal, encargada de causas como el caso Púnica (una trama de corrupción que adjudicó servicios públicos por valor de 250 millones de euros en dos años blanqueados a través de un entramado societario), que también ha sido fruto de grandes desencuentros con Luzón, que fue quien denunció la maniobra «torticera» de su subordinada en la citada causa que se sigue en el Juzgado de Instrucción número 2 de Tarragona.

Luzón promovió la apertura de este expediente al conocer que García Cerdá había intentado mediante un «subterfugio» que el juez acordara una diligencia que el fiscal jefe anticorrupción y su teniente fiscal Antonio Romeral le indicaron que no cabía practicar en la causa relativa al despacho Equipo Económico, según ha adelantado El Español y han confirmado fuentes jurídicas.

La fiscal quería investigar un presunto delito de revelación de secretos en unos correos electrónicos de los que se desprendería que se habría hecho un uso de datos de Hacienda para perjudicar a algún político y periodista.

Ante la oposición de Luzón y Romeral a que se practicaran esas pesquisas al considerar que esos correos carecían de relevancia penal, García Cerdá avocó el asunto a la junta de fiscales compuesta por los integrantes de Anticorrupción, y que por 19 votos a 5 dio finalmente la razón al fiscal jefe.

Pese a la decisión mayoritaria de la Junta de Fiscales, y según lo investigado por la Inspección fiscal, García Cerdá trató de persuadir a un agente de los Mossos d’Esquadra para que este pidiera al juez de Tarragona que practicara dicha diligencia porque a ella no se la dejaban pedir.

Un intento del que tuvo conocimiento el fiscal jefe, y que fue interpretado como una clara desobediencia a sus instrucciones en contra de los principios de unidad de actuación y dependencia jerárquica que rigen a este órgano, por lo que promovió la apertura de este expediente sancionador por falta grave o muy grave.

La sanción ha sido finalmente por falta grave, que no conlleva que tenga que ser apartada de su puesto en Anticorrupción, como sí habría ocurrido de haber sido expedientada por una falta muy grave.