No habrá peajes en las autovías españolas
La Comisión Europea aprueba una nueva revisión del plan de recuperación que incluye el impulso del transporte por ferrocarril Bruselas
España es el único país de la Unión Europea (UE) que ha recibido el tercer desembolso de los fondos de recuperación Next Generation y, ayer, la Comisión Europea desbloqueó 93.500 millones de fondos adicionales para que la economía española haga frente al impacto de la pandemia y de la guerra.
La revisión del plan español permitirá movilizar 7.700 millones más en transferencias y 83.200 millones en préstamos, además de los 2.600 millones que se destinarán a impulsar la transición verde, a través del programa REpowerEU.
En esta modificación, Bruselas también ha retirado el plan para implantar sistemas de peajes en las autovías españolas a partir de 2024. Tras este anuncio, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, mostró su satisfacción: «Damos un paso importante para poner en marcha la segunda fase del plan».
Este punto, uno de los 52 que el Gobierno ha acordado modificar con Bruselas, era uno de los más controvertidos del plan. Fuentes comunitarias confirman que la medida ha quedado descartada a cambio de que España lleve a cabo provisiones para promover el transporte ferroviario y así reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Otro de los motivos que ha esgrimido Bruselas para su retirada responde al «incremento de costes» que han sufrido los usuarios del transporte por carretera por la crisis.
Pese a todo, la Comisión no cree que este cambio vaya a suponer un relajamiento de los objetivos climáticos. El Régimen de Comercio de Derechos de Emisión europeo establece un pago por emisiones del transporte por carretera y de las viviendas a partir de 2027, por lo que el Ejecutivo comunitario considera que «se mantiene la ambición medioambiental».
Despliegue de renovables
El plan revisado introduce, igualmente, la simplificación de los procedimientos de concesión de permisos para la producción de energía renovable y de infraestructura de la red eléctrica. El objetivo no es otro que acelerar la transición energética, uno de los principales ejes del plan, que incluye inversiones para el desarrollo y almacenamiento del hidrógeno verde.
España también propuso modificaciones en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) para incluir incentivos a las mejoras de eficiencia energética de viviendas y la promoción de compra de vehículos eléctricos y estaciones de carga. Esta medida va en línea con las recomendaciones europeas en materia de transición ecológica.
Estas inversiones adicionales vienen sujetas a nuevos objetivos e hitos. Más concretamente, el plan revisado incluye tres nuevos puntos entre los que destaca la aprobación de la ley sobre derechos y libertades de los extranjeros, la digitalización del sistema judicial y el impulso de los procedimientos judiciales electrónicos y la mejora de la ciberseguridad.
La «máxima» nota
Los servicios técnicos de la Comisión otorgan a España la máxima calificación en su evaluación del cumplimiento de los compromisos adquiridos. El único punto en el que no recibe la nota más alta es en lo relativo a las ‘Estimaciones de costes razonables y plausibles’ porque Bruselas considera «imposible» tener una estimación precisa de estos gastos.
España ha recibido ya tres desembolsos de los fondos de recuperación que ascienden a 28.000 millones de euros, además de 9.000 millones de prefinanciación. Fuentes comunitarias destacan que es el único país que ha recibido el tercer pago y, en relación al cuarto desembolso, aseguran que «hay algunos elementos que están siendo revisados, con motivo de la adenda».
La Comisión apunta que se puede solicitar este cuarto pago a partir de ahora, sin esperar a la ratificación por parte del Consejo Europeo, que llegará en las próximas cuatro semanas. Bruselas anima a los Estados a que comiencen a solicitar estos desembolsos, ya que deberán acelerar para poder implementarlos antes de agosto de 2026.