Más de 1.700 peticiones exigen en change.org que se elimine el Senado

La Cámara Alta, cuestionada por la duplicidad de funciones respecto al Congreso y porque se la considera un ´cementerio de elefantes´ para políticos fracasados o con su carrera en declive

Más de 1.700 firmas, distribuidas en nueve peticiones distintas en change.org, la plataforma en la que cualquier ciudadano puede lanzar una idea de cambio y buscar apoyos para ella, exigen que se elimine el Senado porque lo consideran un órgano legislativo caro, inútil y refugio «para políticos afines a quienes se desea procurar un retiro descansado y bien retribuido», según se lee en una de esas peticiones.

El Senado, compuesto por políticos votados en las urnas pero también por otros designados por los respectivos parlamentos autonómicos, está en el ojo del huracán desde hace años porque el ciudadano no comprende su labor. La Cámara Alta debe ratificar, contradecir o corregir las normas que le remite el Congreso, con lo que el trámite parlamentario se duplica sin que, en la mayoría de ocasiones, se consiga nada más que dilatar los tiempos legislativos. El ciudadano entiende así que se duplica una labor que podría solventarse con mucho menor gasto público. El presupuesto del Senado para este año es de 52 millones de euros.

El cuestionamiento del Senado es tal que casi todos los partidos se han planteado su reforma parcial o su disolución.

Ciertas polémicas recientes han contribuido además a minar el prestigio del Senado. Así por ejemplo, los gastos personales en viajes que, supuestamente, cargó al Senado el expresidente de Extremadura, José Antonio Monago (PP), indignaron a la opinión pública. De ahí que otra petición en change.org –«que el Congreso y el Senado hagan públicos los gastos de los parlamentarios»– reuniese 141.000 firmas.

Tras las elecciones autonómicas del 24 de mayo en trece de las 17 comunidades autónomas (todas menos Catalunya, Euskadi, Galicia y Andalucía), el PPrecolocó en el Senado –en calidad de senadores autonómicos– a algunos de sus dirigentes que habían perdido el poder como Rita Barberà, José Ramón Bauzà, Alberto Fabra o Luisa Fernanda Rudi. Eso reforzó la imagen del Senado como un «cementerio de elefantes», donde enchufar con buen sueldo a políticos fracasados o con su carrera en declive.

Los senadores perciben 2.813 euros al mes, a los que se añade una «indemnización» de 1.823 euros mensuales si fueron escogidos por circunscripciones distintas a Madrid o 870,56 si son de la capital del Estado. Por tanto, los senadores ‘de provincias’ cobran 4.637 euros al mes y los madrileños, 3.684 euros.

Catalunya ha tenido también algunos ejemplos de esos políticos con un exilio dorado en Madrid: elexpresident de la Generalitat José Montilla; los exconsellers Joan Saura, Jordi Vilajoana y Josep Lluís Cleries y un exalto cargo de la Generalitat como el tarraconense Josep Maldonado, todos ellos designados por el Parlament. Ahora, tras el 27-S, el Parlament ha renovado su lista de senadores.

La del Senado es la única elección con listas abiertas ya que, al lado de cada nombre, hay una casilla en la que marcar la persona escogida. Esto permite que el votante pueda seleccionar políticos de diferentes partidos.

El rechazo al Senado se disparó a raíz del movimiento popular del 15-M que exigía, entre otras cosas, una mayor profundización democrática.

En change.org se incluyen comentarios junto a las peticiones de cambio. Así por ejemplo, uno de los promotores apunta: «Es hora de acabar con el Senado: es una institución obsoleta que cada año desangra más a nuestro país. Muchos países europeos no tienen Senado. EEUU tiene 100 senadores, dos por cada estado, y aquí tenemos 266 senadores».

El firmante de otra de las peticiones advierte que «nos van a decir que, dentro del gasto de los presupuestos generales del Estado, el Senado es ‘el chocolate del loro’. Pero los pequeños gestos sí importan, y actualmente es un cementerio de elefantes».

Otra de las personas que impulsa una de las peticiones, el politólogo Domingo Sanz, propone una gran alianza de los partidos de izquierda y los emergentes –como Ciudadanos– para que se presenten conjuntamente a los comicios, obtengan así una aplastante mayoría y reformen en profundidad –si es que no lo eliminan directamente– el Senado.

Ruta para el cambio

Sanz es el responsable de un estudio –«La ruta S para el cambio de modelo»– sobre el funcionamiento del Senado. Lo hizo llegar a los principales partidos sin que éstos reaccionaran más allá de un acuse de recibo.

El estudio detalla que la abstención al Senado en las últimas elecciones generales –las de 2011– fue del 28,83% en el conjunto del Estado, la más alta desde el año 2000. Y que además en Catalunya creció hasta un 34,76%, aunque se quedó ‘corta’ ante el 43,47% de las Baleares o el 40,37% de las Canarias. Todo un ejemplo del creciente desinterés que despierta la Cámara Alta.

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