‘Madre de Satán’, el explosivo de Alcanar que fabricaba un yihadista que pretendía inmolarse
La detención del menor de Sevilla aborta el mayor atentado en España de los últimos años
El adolescente arrestado en Montellano, que pretendía inmolarse en su instituto esta semana, había logrado fabricar ‘Madre de Satán’, el mortífero explosivo que voló la casa de los terroristas de Alcanar en 2017.
Los servicios de Información de la Policía Nacional creen haber abortado el que hubiera sido el mayor atentado terrorista de los últimos años en España con la captura el pasado domingo 21 de enero en la localidad sevillana de Montellano de un joven refugiado sirio, de tan solo 16 años, que pretendía inmolarse esta misma semana en el centro escolar al que asistía, el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Castillo de Cote de ese municipio hispalense.
El auto de José Luis de Castro, titular del Juzgado Central de Menores de la Audiencia Nacional, con el que ha enviado a seis meses de «régimen cerrado» a S.T., revela que este menor llegó a fabricar ‘Madre de Satán’, el muy inestable y mortífero explosivo que los grupos yihadistas vienen empleando en la última década. El mismo explosivo que hizo saltar por los aires la casa de Alcanar (Montsià) en agosto de 2017 donde los terroristas de los atentados de Barcelona y Cambrils preparaban sus bombas.
El adolescente sirio, que supuestamente pretendía suicidarse en su instituto con un chaleco embutido de explosivos, había logrado sintetizar al menos 34 gramos de TAPT, (triperóxido de triacetona) una cantidad suficiente de ‘Madre de Satán’ para hacer saltar por los aires toda una habitación de 40 metros, según fuentes de la investigación.
El auto del juez de menores revela que el adolescente sirio, que llevaba meses formándose y radicalizándose a través de internet, había preparado una «cilindro de metal» (una lata de conserva cortada) cargada de «perdigones de plomo» para cebar el explosivo a modo de metralla con el fin de «aumentar el poder lesivo» del artefacto con «la dispersión de los perdigones».
Y no solo eso. Según recogen los atentados, el joven refugiado sirio ya había hecho todo tipo de pruebas de explosivos para garantizar que sus fórmulas químicas provocasen una masacre en el instituto de Montellano. El pasado sábado 20 de enero la Policía, que llevaba siguiendo sus pasos desde noviembre, ya vio al sospechoso tirar dos bolsas con restos de una caja que contenía azufre de carbón, mascarillas, gafas de protección y otros materiales para preparar la mezcla altamente explosiva.
Colaboración materna
Entre aquellos materiales -apunta el juez- estaba acetona, una sustancia que compró la madre del menor yihadista y que ha sido detenida, no solo por haber ayudado a su hijo a adquirir ‘precursores’ para elaborar la ‘Madre de Satán’, sino por no haber denunciado que el menor en su casa de Montellano guardaba a la vista todo tipo de sospechosas sustancias químicas y fórmulas para fabricar explosivos.
El domingo -relatan los documentos judiciales- los servicios antiterroristas finalmente procedieron a su arresto cuando comprobaron que la adolescente estaba ultimando los detalles para el atentado. Según relata el juez, ese día el menor se fue a un descampado del pueblo, como ya había hecho el 28 de diciembre, y se dedicó a hacer «detonaciones» a modo de test de los explosivos que había fabricado.
Luego, ese mismo domingo por la tarde, en el registro de su domicilio en la calle Cuesta de Bernardo, fue cuando los agentes confirmaron que el menor, aunque era repetidor de tercero de la ESO, era un gran autodidacta yihadista en química y había llegado mucho más allá en los preparativos del atentado que la inmensa mayoría de radicalizados. El sirio guardaba en su domicilio un «iniciador de sustancias explosivas», lo que apunta a que el atentado no solo era inminente, sino también viable en los próximos días.
La base del atentado podrían haber sido los 34 gramos de ‘Madre de Satán’ hallados en su casa listos para detonarse, pero el adolescente guardaba otras muchas sustancias para fabricar más explosivos. Los agentes encontraron 657 gramos de azufre, 361 gramos de carbón vegetal para elaborar pólvora negra, perdigones para hacer metralla, seis botellas de acetona, tres botellas de agua oxigenada, una botella de ácido sulfúrico y 300 gramos de pólvora de fabricación casera.
En el domicilio del menor los servicios antiterroristas además encontraron un machete de grandes dimensiones, un «chaleco táctico militar mimetizado con un portacargadores» (que supuestamente iba a ser cebado con explosivo para inmolarse), dos moquetones y una bandera del Daesh enmarcada.
El menor era miembro de una familia de refugiados siria que llegó a España en 2022, compuesta por el padre, la madre, el detenido y una pequeña que ahora tiene ocho años. Los progenitores se habían separado y hace un mes el yihadista vivía solo con su madre y su hermana en Sevilla, aunque pasaba temporadas con su padre en Badajoz. La madre, que declarará este miércoles en la Audiencia Nacional por encubrir a su hijo, trabajaba como costurera en Montellano.