Los sindicatos acusan a Carmona de querer “sembrar miedo” entre la plantilla de Renfe y de “ocultar” la razón de la huelga

Al mediodía se ha conocido que la compañía ha apartado a dos trabajadores por un supuesto sabotaje en el servicio de Rodalies, que habría provocado la cancelación de unos 40 trenes de las líneas R1 y R3, y de manera puntual, de la R4

El sindicato del Sector Federal Ferroviario de la Confederación General del Trabajo (SFF-CGT) ha acusado al director de Rodalies de Renfe, Antonio Carmona, de querer “sembrar miedo” entre la plantilla y de “ocultar” la verdadera razón de la huelga, que es el “rechazo” de los trabajadores al traspaso del servicio a la Generalitat. La organización ha reaccionado así después de que el directivo afirmara que la empresa está investigando presuntas irregularidades para entorpecer el servicio durante la huelga de este martes.

Al mediodía se ha conocido que Renfe ha apartado a dos trabajadores por un supuesto sabotaje en el servicio de Rodalies, que habría provocado la cancelación de unos 40 trenes de las líneas R1 y R3, y de manera puntual, de la R4.

Según CGT, las declaraciones de Carmona en distintos medios de comunicación son “un intento más de deslegitimar el conflicto y desmovilizar a los trabajadores” mediante “declaraciones ambiguas y amenazas veladas de sanciones que no tienen sustento jurídico”. En este sentido, el sindicato afirma que, hasta el momento, no ha recibido ninguna notificación sobre la apertura de expedientes disciplinarios.

El sindicato sostiene que el seguimiento de la huelga de este martes fue superior al de la jornada de paro anterior, la del 26 de marzo. Por ello, considera que “a pesar de la estrategia institucional y mediática para invisibilizar la huelga”, las cancelaciones y retrasos registrados son “un reflejo directo de la participación en el conflicto y no el resultado de ninguna acción irregular por parte del personal ferroviario”.

Ante esta situación, CGT exige a la dirección de Rodalies y a Renfe que abandonen “la estrategia de criminalización de la protesta” y que apuesten por una “vía de diálogo real” con la representación sindical. En este sentido, la organización considera que las declaraciones de Carmona, “lejos de contribuir a resolver el conflicto, alimentan el clima de tensión y represión y suponen un desprecio intolerable” hacia la plantilla.