Robo de cobre: El dispositivo de Mossos del Camp de Tarragona y Barcelona se amplía a toda Catalunya
En el último año la substracción de este metal en la red ferroviaria ha crecido un 31%. Las regiones policiales del Camp de Tarragona, Metropolitana Norte y Metropolitana Sur (de la Ciudad Condal) concentran el 50% de los hechos
Los Mossos d’Esquadra han elevado de nivel 1 al 2 el Plan Operativo Especial (POE) Metal para reducir el robo de cobre en toda Catalunya, especialmente en infraestructuras básicas como el ferrocarril.
Desde el 23 de febrero, el nivel 2 solo estaba activo en las regiones policiales Metropolitana Norte y Sur y en las comarcas del norte de Tarragona, pero a partir de ahora, el resto de comarcas catalanas pasarán de nivel 1 a 2 para abordar de forma “integral” un problema que no se prevé resolver a corto plazo.
El comisario de la Prefectura Rafel Comes ha dicho, sin embargo, que Adif no es “culpable” de sufrir estos robos, sino de ser la “víctima”. Las nuevas medidas policiales incluyen ejercer más presión sobre los delincuentes, realizar más controles preventivos de tráfico y en chatarrerías, y aumentar la inteligencia policial.
Desde mayo de 2023 hasta abril de este año se han registrado 5.885 incidencias vinculadas a este ámbito, en comparación con las 7.162 denunciadas durante el año anterior, entre hurtos, robos con fuerza, daños y actos vandálicos.
No obstante, solo se resuelven entre el 8 y el 10% de los casos, ya que la mayoría de detenciones se realizan ‘in fraganti’. Por tipologías delictivas, el 62% son hurtos, un 19% robos con fuerza y un 19% daños.
Las regiones policiales del Camp de Tarragona, Metropolitana Norte y Metropolitana Sur concentran el 50% de los hechos, situándose en 3.711 denuncias. Por distribución horaria, la acción delictiva ocurre en un 41% por la tarde (15h a 23h), un 39% por la mañana (7h a 15h) y un 20% por la noche (23h a 7h).
Del total de hechos vinculados al robo de metales, un 3% están relacionados directamente con el robo de cobre en las redes ferroviarias. En este caso, durante el último año (período comprendido entre mayo de 2023 y abril de 2024) se ha producido un incremento del 31%, pasando de 263 a 299 hechos denunciados por Adif. En cuanto a la red de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya, los datos registrados durante el mismo período son 13 hechos.
En este punto, el comisario Comes ha dicho, contrario a lo que dijo hace unos días el director general de la Policía, Pere Ferrer, y en un sentido similar al ministro de Transportes, Óscar Puente, que Adif no es “culpable”, sino “víctima” de los robos. Así, ha dicho que la diferencia que podría explicar que haya más robos en Catalunya que en el resto de España es que aquí hay más vías en trama urbana y más actividad económica y chatarrerías.
Los lugares de las sustracciones en las vías férreas son de muy fácil acceso por vías de servicio paralelas a la red ferroviaria. Normalmente no hay testigos ni vigilancia (ya sea vigilantes o cámaras) u otras medidas de seguridad.
Los ladrones sustraen cable de catenaria, es decir, un cable eléctrico aéreo que forma parte del sistema de alimentación eléctrica de los trenes. Para sustraerlo suelen utilizar unas pértigas de madera para descolgar el cable de catenaria y no electrocutarse. Una vez en el suelo, lo cortan con una sierra radial por ambos extremos. Este cable no tiene plástico de protección, por lo que no es necesario quemarlo para extraerlo, lo que hace que sea muy aprovechable, sin ningún esfuerzo y es fácilmente enrollable.
También sustraen cable de señalización (semáforos y otras señales). Pelan o queman este cableado sustraído para eliminar el plástico que lo recubre y que podría tener el logotipo de Adif. De esta manera es más difícil, en caso de ser interceptados por la policía, demostrar el origen ilícito del cableado.
Más actividad policial
Si se compara el período de mayo de 2023 a abril de 2024 con el año anterior, se constata un incremento notable de la actividad policial, con un 77% más de horas destinadas al POE Metal (de 16.473 horas a 29.298), un 38% más de controles policiales (de 2.954 a 4.083), un 74% más de identificaciones (de 5.640 a 9.859) y un 18% más de detenciones (de 229 a 271). Un 75% de los detenidos tienen antecedentes, y un 30% tienen más de 10 antecedentes policiales.
Según los Mossos, los autores no actúan solos. Forman parte de una red criminal y en cada sustracción participan entre 2 y 4 personas. Para cada hecho cambian los participantes, lo que dificulta la imputación de grupo criminal y facilita penas bajas en caso de ser detenidos. De hecho, Comes ha pedido que se les pueda aplicar el delito de estragos y el de organización criminal, y que también aumenten las penas por los delitos de hurto y de receptación, que ahora son muy bajas, complican las investigaciones policiales y favorecen la reincidencia.
Los ladrones roban el cobre para venderlo y en algunas ocasiones tienen connivencia con chatarrerías que fuera del marco legal les compran el material sustraído. Mayoritariamente son robos en obras en construcción al aire libre, o en empresas sin que estos hechos tengan una afectación directa para la ciudadanía en general. La inmensa mayoría de delincuentes han sido detenidos in fraganti. Se mueven en vehículos y furgonetas y en muchas ocasiones los titulares de los vehículos son testaferros.
El año pasado se realizaron 312 inspecciones en gestores de residuos y desde el inicio de este año hasta ahora se han llevado a cabo 172 controles. Alrededor de un 17% han acabado con infracciones. De hecho, de las 326 chatarrerías que hay en Catalunya, la mayoría en el área metropolitana, un 10% no colaboran con la policía o directamente entorpecen sus inspecciones. Así, pueden ocultar el nombre de los vendedores de cobre o impedir la entrada de los agentes, lo que solo les supone una sanción administrativa de hasta 600 euros. Las infracciones lo son mayoritariamente por irregularidades al cumplimentar registros obligatorios, al omitir las comunicaciones obligatorias a los Mossos d’Esquadra y al omitir datos obligatorios en los registros.
Estrategias contra los multirreincidentes
La sustracción de cobre es un fenómeno delictivo que trasciende fronteras con un fuerte impacto internacional y que está relacionado directamente con el precio de este metal, que actualmente está en uno de los valores máximos registrados en los últimos años (9,5 euros/kg).
El incremento de robos está directamente relacionado con la fuerte demanda que existe, sobre todo en Asia, su poca trazabilidad y la facilidad en el reciclaje de este metal. Los datos indican que en Catalunya desde 2010, cuando se activó el POE Metal por primera vez, hay una relación directa entre el aumento del precio del cobre y el aumento de robos.
El Gabinete de Coordinación Central del POE Metal decidió estas medidas este jueves por la tarde en una reunión presidida por el comisario jefe del cuerpo, Eduard Sallent. El encuentro sirvió para decidir que todas las regiones policiales estén al mismo nivel de presión policial para este fenómeno que principalmente afecta a empresas, también obras e infraestructuras críticas, pero que ha salido a la luz sobre todo por el robo en vías de tren.
Los Mossos también quieren que la fiscalía pida más órdenes de alejamiento sobre estas instalaciones, mejorar la coordinación con los operadores ferroviarios a la hora de comunicar los incidentes en tiempo real y derivados de las caídas de tensión de las líneas eléctricas, activar la Unidad Central de Incendios Estructurales de la Policía Científica especializada en este tipo de actividad ilícita que esté relacionada con incendios, reforzar el control visual de las vías para detectar si hay personas no autorizadas, incrementar los controles de tráfico, en diferentes franjas horarias y diferentes cauces de comunicación viaria e implementar la vigilancia aérea con la activación de helicópteros y el dron de ala fija.
En el último año se han registrado 5.885 incidencias vinculadas a este ámbito. Foto: Pere Ferré/DT