Los internos con delitos de sangre no estarán excluidos de trabajar en las cocinas de la cárceles catalanas

Tras el asesinato de la cocinera del centro penitenciario de Tarragona a manos de un preso, los funcionarios de prisiones exigieron cambios que garantizaran su seguridad

Una circular del anterior Departament de Justícia no excluye a los internos con condenas por delitos de sangre de poder trabajar en las cocinas de los centros penitenciarios. Lo han adelantado el diario ARA y Ser Catalunya. El texto clasifica los puestos de trabajo y considera de especial riesgo algunos talleres productivos industriales, la cocina, la panadería, la lavandería, las tiendas y trabajos fuera de los módulos como la jardinería o los almacenes. Establece que para trabajar en estos lugares será necesario haber superado unos requisitos “adicionales”. Fuentes de la nueva conselleria han advertido que la circular no entrará en vigor hasta el 1 de octubre y han indicado que si se detectan aspectos “susceptibles de mejora”, se harán cambios.

En el caso de las cocinas, el documento establece que no podrán trabajar aquellos que hayan estado en celdas de aislamiento durante los últimos dos años. Además, se requiere que los especialistas evalúen si el preso está cumpliendo con un programa individualizado de tratamiento, especialmente en lo relacionado con la reducción del riesgo de conductas violentas. Asimismo, el incumplimiento de este programa también puede motivar la suspensión del trabajo.

Entre los requisitos para trabajar en la cocina, se mantiene que el preso no tenga un alto riesgo según el test Riscanvi (que mide el grado de reincidencia). Además, una Unidad de Seguridad Interior realizará un “análisis de idoneidad” para evaluar si el preso está preparado para trabajar.

Fuentes de la nueva consejería de Justicia han señalado que el departamento está en proceso de revisión de todos los sistemas. Han advertido que la nueva circular corresponde al anterior ejecutivo y han recordado que se trata de un documento que no entrará en vigor hasta el 1 de octubre. “Si hay algo susceptible de mejora, se hará”, han apuntado estas fuentes. Mientras tanto, han asegurado que se está “extremando la seguridad al máximo en los centros y revisando los criterios”.

La nueva circular se ha dado a conocer casi seis meses después de que un recluso de Mas d’Enric asesinara a Núria, la cocinera del centro penitenciario. El crimen dio inicio a un ciclo de movilizaciones sin precedentes por parte de los funcionarios de prisiones. El Departament de Justícia, entonces liderado por ERC, solicitó a las prisiones que revaluaran a los presos que trabajaban en las cocinas, a la espera de una circular que unificara los criterios para que los internos pudieran trabajar en las prisiones.

El pasado miércoles se supo que Justícia había retirado de forma preventiva a un preso condenado por asesinato de la cocina del Centro Penitenciario de Ponent. El 28 de agosto, este recluso había sido destinado a la cocina de la prisión, a pesar de las medidas adoptadas tras el asesinato de la cocinera en Mas d’Enric.