Los glaciares de los Pirineos desaparecerán en 10 años según un estudio del Instituto Pirenaico de Ecología

Científicos del Instituto Pirenaico de Ecología detallan el impacto irreversible del aumento de temperatura en los glaciares de la región.

Los glaciares de los Pirineos, los más meridionales de Europa, están al borde de la desaparición. Los últimos estudios proyectan que, en menos de una década, estos cuerpos de hielo habrán desaparecido por completo. Esta conclusión se basa en investigaciones exhaustivas lideradas por científicos del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC), quienes han documentado, mediante análisis de imágenes de satélite y modelos en 3D, el drástico retroceso de estos glaciares en las últimas décadas.

Los datos recopilados entre 2011 y 2020 muestran una pérdida del 23% de la superficie glacial en los Pirineos, pasando de 293,9 hectáreas a 229,2.

En particular, el glaciar del Aneto, el más grande de la cordillera, ha experimentado una disminución del 25% en su superficie y un adelgazamiento promedio de 8,5 metros​.

Estos datos se han obtenido gracias al uso de avanzadas tecnologías de teledetección, como LiDAR y drones, que permiten mediciones precisas del espesor del hielo y su evolución en tiempo real.

El análisis de las condiciones topográficas de los glaciares (pendiente, exposición, altitud) ha demostrado que estos factores, junto con un aumento significativo de las temperaturas, están acelerando su deshielo. En la región pirenaica, las temperaturas han aumentado 1,5 °C desde el siglo XIX​.un ritmo superior al promedio mundial, lo que está empujando a los glaciares hacia un punto de no retorno. Las investigaciones sugieren que estos glaciares podrían ser los primeros en Europa en desaparecer completamente, mucho antes que los de los Alpes, que aunque mayores, seguirán un destino similar​.

El impacto ecológico de la desaparición de estos glaciares es considerable. Estas placas de hielo son fundamentales para mantener el paisaje montañoso, que actúan como reguladores naturales del suministro de agua en las cuencas próximas. Durante el verano, liberan agua de manera gradual, lo que es esencial para mantener los ecosistemas de los valles. Sin este aporte, se prevé que la biodiversidad de la región se vea gravemente afectada, especialmente en lo que respecta a las especies que dependen del agua glacial​.

Un estudio publicado en Geophysical Research Letters resalta que, sin estos glaciares, se alterarán los ciclos hidrológicos y aumentarán las sequías estacionales, con implicaciones tanto para la agricultura como para el abastecimiento de agua potable en áreas cercanas.

El equipo de investigación ha utilizado una combinación de imágenes históricas, levantamientos topográficos mediante LiDAR, y datos recolectados por UAVs (vehículos aéreos no tripulados). Estas herramientas han permitido la creación de modelos digitales de elevación (DEM) que detallan la evolución de la capa de hielo desde 1981 hasta la actualidad. Esta técnica, conocida como “Structure-from-Motion” (SfM), utiliza fotografías aéreas antiguas para reconstruir el relieve y comparar los cambios en el espesor del hielo a lo largo del tiempo​.

Además, se han realizado estudios de radar de penetración (GPR) para mapear la topografía basal de los glaciares, lo que ha permitido prever la formación de lagos glaciares una vez que el hielo desaparezca. Estos datos, que aportan una precisión sin precedentes, son esenciales para modelar los futuros cambios en el paisaje pirenaico.

Aunque los estudios continúan, las predicciones son claras: los glaciares pirenaicos están condenados a desaparecer. Jesús Revuelto, uno de los autores principales del estudio, señala que este fenómeno es una advertencia para otras regiones montañosas de Europa. “Lo que estamos viendo en los Pirineos podría anticipar lo que sucederá en los Alpes en las próximas décadas”, señala.

Las proyecciones más optimistas sugieren que, para 2040, los glaciares de los Pirineos se habrán reducido a pequeñas manchas de hielo residual.

Por otro lado, Ixeia Vidaller, también coautora del estudio, destaca que la pérdida de estos glaciares supone una “tragedia para el paisaje y la biodiversidad”. La desaparición del hielo cambiará irremediablemente los ecosistemas de alta montaña y alterará la forma en que estos entornos interactúan con los climas locales y regionales​.

El último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) no deja lugar a dudas: el calentamiento global es inequívocamente causado por actividades humanas, y sus efectos son ya visibles en todo el planeta. Los Pirineos se han convertido en una de las zonas más vulnerables, al ser parte del Mediterráneo, una de las regiones identificadas por el IPCC como un “punto caliente” del cambio climático.