Los fiscales piden de 4 a 20 años para los acusados de violar a Gisèle Pelicot
Los hechos se produjeron siempre sin el consentimiento de la víctima, al estar bajo sumisión química por las altas dosis de somníferos que Dominique Pelicot le administraba a escondidas
La Fiscalía pidió este lunes penas de entre 4 y 20 años de cárcel para una primera serie de 21 acusados en el caso de Gisèle Pelicot, la mujer violada entre 2011 y 2020 por decenas de hombres en estado de inconsciencia por los ansiolíticos que le administraba el que era entonces su marido para abusar de ella.
La solicitud de condenas va de los 4 años por agresión sexual en reunión, como en el caso de Joseph C., un hombre de 69; hasta la pena máxima por violación de 20 años a los que se enfrenta Dominique Pelicot, de 71 años, que ha confesado ser el urdidor de todo el plan para someter a la víctima a agresiones sexuales múltiples y continuadas durante casi 10 años.
Estos hechos se produjeron siempre sin el consentimiento de la víctima, al estar bajo sumisión química por las altas dosis de somníferos que Dominique Pelicot le administraba a escondidas.
El fiscal del Tribunal de Apelación de Aviñón (sureste de Francia) François Mayet quiso dejar claro que "Gisèle Pelicot fue reducida a un objeto. El consentimiento no estuvo presente ni antes ni durante el acto".
La fiscal Laure Chabaud pidió la pena máxima para Dominique Pelicot "con la mayor convicción", y lo justificó por la psicología de este delincuente: un hombre perverso, egocéntrico, perturbado, con múltiples desviaciones sexuales a las que no puso "ningún límite" y que llevó a cabo sin el consentimiento de la víctima.
"Veinte años es mucho tiempo. (...) Tengas la edad que tengas, no es poco. Es a la vez mucho y demasiado poco. Demasiado poco teniendo en cuenta la gravedad de los actos cometidos y repetidos", señaló.
Jean-Pierre Maréchal, el único que jamás tocó a Gisèle Pelicot, podría recibir una condena de 17 años de cárcel, al replicar con su mujer los mismos métodos que le enseñó Dominique Pelicot, que también la violó varias veces.
La disparidad de penas reclamada para los 21 primeros encausados (en total son 51 los que se sientan en el banquillo) se explica, según precisaron los fiscales, por la calificación de los delitos cometidos, ya que en Francia la agresión sexual acarrea una sanción menor a la violación.
Además, también ha pesado en su evaluación la reiteración de los abusos, sus declaraciones durante el proceso (la mayor parte han pretendido que no eran conscientes de estar violando a Gisèle Pelicot), sus antecedentes penales, su peligrosidad o su comportamiento en prisión preventiva (hay una docena que están entre rejas actualmente).
La pena más solicitada para esta primera serie de 21 fue de 10 años por el delito de violación agravada en reunión. Los fiscales fueron más duros con algunos, al reclamar por ejemplo 13 años contra Nizar H., de 41 años, al haberse negado a reconocer como víctima a Gisèle Pelicot, hoy ya icono feminista mundial. Hay que tener en cuenta que este hombre arrastra, además, 8 antecedentes penales.
El común denominador de todos ellos es la falta de escrúpulos a la hora de someter a la víctima, remarcó la Fiscalía, que destacó los 20.000 documentos visuales grabados por Dominique Pelicot como prueba de la "extrema violencia de los crímenes".
Reformar la ley por el consentimiento
Este juicio está poniendo a prueba los límites de la legislación francesa, que no incorpora la noción de la falta de consentimiento explícito en la definición del delito de violación, como sí lo hace la legislación española.
El Código Penal de Francia define la violación como "cualquier acto de penetración sexual de cualquier tipo o cualquier acto buco-genital cometido contra otra persona o contra la persona del autor mediante violencia, obligación, amenaza o sorpresa".
Amparándose en esa definición, la estrategia de varias defensas consiste en negar cualquier penetración sexual, incluso hasta el límite de tratar de desvirtuar la definición de prácticas sexuales que llevaron a cabo sus clientes y que acarrean dicha acción.
Los hechos que se juzgan en Aviñón desde el 2 de septiembre pasado sucedieron entre julio 2011 y octubre de 2020, primero en la región parisina y más tarde en la casa a la que los Pelicot se habían mudado al jubilarse en la localidad de Mazan, cerca de Aviñón.
Dominique Pelicot entraba en contacto con otros hombres en una plataforma en línea y los invitaba a su domicilio, tras administrar a su víctima grandes dosis de ansiolíticos, que la dejaban inconsciente, lo que les permitía abusar de ella sin que guardara ningún recuerdo.
Todo terminó en septiembre de 2020 cuando él fue detenido por grabar bajo las faldas de unas mujeres en un supermercado de Carpentras y al registrar sus archivos informáticos los investigadores descubrieron miles de vídeos y fotos en los que aparecían las violaciones a las que sometió a la víctima.
El principal acusado está imputado en otros dos casos de violencia de género, uno por la violación y el asesinato de una mujer en 1991 y el otro por una tentativa de violación con arma blanca en 1999.