Los drones de Hacienda ya han detectado 13.000 obras y 1.800 piscinas ocultas

Las cifras de las campañas de Hacienda realizadas hasta ahora en Tarragona ilustran la magnitud de las inspecciones. Entre finales de 2013 y mediados de 2016, el fiscó detectó 29.974 inmuebles, tanto urbanos como rústicos, cuyo valor no se reflejaba convenientemente en el catastro. Y eso contabilizando sólo las pesquisas hechas en 73 municipios. De hecho, el Catastro tiene que comunicar durante este primer trimestre de 2017 los resultados de todo el año 2016.

Así, los satélites y los drones del ministro Montoro han permitido generar una recaudación extraordinaria en el IBI de 23,5 millones en Tarragona, un montante que ha pasado a nutrir las arcas municipales para regocijo de concejales y alcaldes.

El 46% de las 29.974 irregularidades corresponden a reformas y cambios de uso, esto es, modificaciones que nunca constaron. Son 13.788 en total. El 24%, es decir 7.193 casos, son relativos a nuevas construcciones, esto es, viviendas edificadas y que de inicio nunca figuraron en el Catastro y, por lo tanto, permitieron a los dueños ahorrar impuestos. Las ampliaciones y las rehabilitaciones son otro supuesto, en este caso el 22%.Capítulo aparte merecen las piscinas no declaradas. En Tarragona se han detectado 1.798 piscinas irregulares,

Según los cálculos del fisco, el recibo medio del IBI urbano para los infractores se ha incrementado en 187 euros en Tarragona, un dato por encima de la media estatal (178). Además, la liquidación de atrasos ha aumentado en 484 euros en Tarragona.