La ultraderecha alemana triunfa en Turingia y roza la victoria en Sajonia, según los sondeos
Los partidos del tripartito del canciller federal Olaf Scholz sufren una humillante derrota que pone en cuestión el futuro del Ejecutivo de coalición
El este del Alemania, el territorio gobernado durante cuatro décadas por un severo régimen comunista, ha confirmado su viraje hacia la extrema derecha. La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se ha erigido este domingo en la gran triunfadora de los comicios regionales en los estados federados de Sajonia y Turingia. Los sondeos a pie de urna tras el cierre de los colegios electorales indican que AfD es ya la primera fuerza política en Turingia, con más de un 30% de votos y seis puntos de ventaja sobre la Unión Cristianodemócrata (CDU), mientras esta última consigue defender por los pelos su liderazgo en Sajonia con poco más de un punto de ventaja sobre los ultranacionalistas.
Los resultados se anuncian catastróficos y hasta humillantes para los tres partidos que forman la coalición de gobierno en Berlín a las órdenes del canciller federal, Olaf Scholz. El Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz ronda el 7% de votos en ambos Estados, mientras Los Verdes quedan fuera de la cámara legislativa de Turingia y entran muy ajustadamente en la de Sajonia. El Partido Liberal (FDP) del ministro federal de Finanzas, Christian Lindner, queda fuera de los dos parlamentos regionales.
Así las cosas, las negociaciones para la consecución de mayorías parlamentarias en ambos Estados quedan en manos de los cristianodemócratas, forzados sin embargo a buscar coaliciones «contra natura» si siguen decididos a respetar el pacto entre todos los partidos democráticos de mantener aislada y fuera del poder a Alternativa para Alemania a nivel nacional, regional y municipal. Decisiva resultará la actitud de la nueva formación populista de izquierdas Alianza Sarah Wagenknecht, a la que los sondeos atribuyen un 16% de votos en Turingia y un 12% en Sajonia. El partido que lleva el nombre de su líder se ha mostrado dispuesto a dialogar con los conservadores para evitar que los ultraderechistas lleguen al poder.
«Para nosotros se trata de un éxito histórico. Es la primera vez que nos convertimos en primera fuerza en un estado federado», afirmó triunfante Alice Weidel, presidenta de Alternativa para Alemania, quien calificó los resultados de «réquiem» para el Ejecutivo de Berlín. Weidel afirmó que su formación buscará el acercamiento a los conservadores de la CDU para tratar de llegar a un acuerdo de gobierno en ambos Estados. El líder de AfD en Turingia, el neonazi Björn Höcke, exigió «humildad» del resto de los partidos, así como el fin del aislamiento de su formación y aseguró que buscará vías para conseguir una mayoría parlamentaria que le permita gobernar.