La pequeña Andalucía de L'Arboç

L'Arboç cuenta con réplicas de distintas obras que se encuentran en Andalucía y la más destacada es la Giralda de Sevilla. Todos los elementos decorativos y materiales utilizados respetan los originales. Durante el mes de agosto se realizan visitas guiadas

Si circulan por los aledaños de L’Arboç y aprecian una réplica de la famosa Giralda de Sevilla, no se froten los ojos, lo que están viendo es real. Muchos se preguntarán, ¿por qué hay una réplica de la Giralda en este municipio? Su respuesta tiene dos versiones muy dispares. La falsa historia sobre el origen del levantamiento del minarete sevillano cuenta que un matrimonio de emigrantes sevillanos añoraban su tierra y, en especial, este monumento tan singular. Así pues, la pareja mandó construir una réplica a escala para sentirse como en casa todos los días del resto de sus vidas; si ellos no podían ir hasta el monumento, el monumento iría hasta ellos.

Evidentemente, este tierno relato solo sirve para los más románticos, puesto que hay un origen verdadero que explica el motivo de la creación del monumento en este municipio tarraconense. La Giralda de L’Arboç fue un tributo que una pareja quiso rendir a Andalucía. Su luna de miel en el sur de España les marcó tanto que, años después, decidieron rendir homenaje a los monumentos que más les impresionaron de aquel viaje por Andalucía. La mujer, Candelaria Negrevernis, pertenecía a una familia muy adinerada que invertía capital en edificios culturales, como el Teatre Romea. El hombre, Joan Roquer, era natural de L’Arboç, factor que influyó a la hora de construir su casa de veraneo en esta población.

En 2008 se celebró el centenario del minarete, por este motivo se realizaron unas obras de rehabilitación. La rehabilitación, llevada a cabo por un equipo de más de 50 profesionales respetó en todo momento la esencia de la obra original, realizando las operaciones más adecuadas y utilizando los materiales más apropiados para mantener la originalidad del edificio. Las obras mejoraron el estado del edificio, cosa que provocó que entre 2009 y 2011 se realizaran conciertos de música y demás actividades culturales.

Una réplica perfecta

La esbelta silueta de la Giralda levanta una fantasía artística edificada a principios del siglo XX. La construcción se inició el año 1902, y no fue hasta el 1908 cuando se terminó por completo. En el interior se encuentra un patio central que reproduce el Patio de los Leones de la Alhambra de Granada, y una cúpula bizantina forrada de láminas de papel de oro como si fuera el Salón de los Embajadores de los Reales Alcázares de Sevilla. La planta alta ofrece unas vistas privilegiadas, así pues los amantes de la fotografía podrán sacar instantáneas para el recuerdo con la montaña de Montserrat de fondo. Además, cuenta con diversas estancias con muestras de inspiración neomedieval árabe y del arte califal de la Mezquita de Córdoba. En definitiva, el arte se asoma por cada esquina.

El emblemático monumento arbosense se podrá visitar todos los viernes y sábados de agosto a las 12h del mediodía. El sábado 22, debido a los actos de la Festa Major de L’Arboç, la visita se realizará a las 10h. Existen dos tipos de tarifas; mientras que los menores de 6 años tendrán entrada gratuita, el público general deberá abonar 10€. Las visitas guiadas que se ofrecen ayudan a mejorar el tráfico turístico.

La organización ruega la máxima puntualidad a todos los visitantes. Asimismo, no se admitirán visitantes irrespetuosos con el horario establecido para favorecer el buen funcionamiento de la actividad. Si alguien desea visitar el emplazamiento fuera de los días mencionados anteriormente, lo podrá hacer durante todo el año, siempre y cuando se notifique previamente la intención al 934534190.

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