La ley de amnistía y Hard Rock entorpecen el acuerdo de los presupuestos catalanes
El ejecutivo del presidente Pere Aragonès ha intensificado esta semana las conversaciones con la oposición: necesita el aval de, al menos, dos grupos que sumen con ERC
Dos escollos impiden al Govern recabar ya los apoyos para aprobar los presupuestos catalanes de este año: el proyecto del Hard Rock -el PSC exige impulsarlo de una vez por todas, pero los comunes lo vetan- y el retraso de la ley de amnistía, que entorpece indirectamente un acuerdo presupuestario.
El ejecutivo de Pere Aragonès ha intensificado esta semana las conversaciones con la oposición -necesita el aval de, al menos, dos grupos que sumen con ERC-, pero la negociación se ve obstaculizada por un contexto político muy condicionado por el debate sobre la amnistía.
Geometrías posibles
La suma más probable para Aragonès es la misma que le permitió aprobar las cuentas de 2023: un pacto con PSC-Units y En Comú Podem, dos espacios políticos a su vez interesados en que ERC -cuyos votos son, igual que los de JxCat, imprescindibles para conformar mayorías progresistas en el Congreso- apoye los Presupuestos Generales del Estado que presentará el Gobierno de Pedro Sánchez.
Sobre esa reciprocidad de apoyos presupuestarios pudieron hablar Aragonès y Sánchez en su reunión del pasado 21 de diciembre, aunque la Generalitat ha mantenido conversaciones también con JxCat -está por ver si su propuesta de suprimir el impuesto de sucesiones, ya rechazada por ERC, permite abrir una negociación o solo le sirve para marcar perfil- y la CUP, para sondear sus posiciones.
El proyecto turístico y otros «incumplimientos»
En consonancia con la «política útil» de mano tendida que predica el primer secretario del PSC, Salvador Illa, los socialistas se ofrecen a negociar los presupuestos para 2024, pero antes reclaman el cumplimiento de lo acordado el año pasado, compromisos que afectan por ejemplo a la estación de tratamiento de agua potable del Besòs, inversiones en escuelas, en el Metro y, en especial, la modificación del plan director urbanístico para desbloquear el proyecto recreativo del Hard Rock en el Camp de Tarragona.
«No vemos condiciones para poder cerrar un acuerdo pronto. No avanzamos en el 2024. Primero, que cumplan lo que firmaron y luego podremos negociar», subrayan a EFE fuentes socialistas.
En Comú Podem ha acordado con el Govern recalendarizar los compromisos incumplidos en 2023 en movilidad, sanidad, vivienda o energías renovables, pero para apoyar las cuentas de 2024 exige frenar el Hard Rock: fuentes de los comunes confían en que el informe pendiente de la conselleria de Acción Climática desaconseje el proyecto por su impacto medioambiental y dicen que no se plantean negociar su abstención, sino solo su ‘sí’ a los presupuestos.
Una triangulación
La ley de amnistía, encallada en la Comisión de Justicia del Congreso, no está directamente ligada a la negociación presupuestaria, pero el retraso en su aprobación está condicionando el marco de las conversaciones, según diversas fuentes negociadoras consultadas por EFE, porque entorpece la triangulación de apoyos.
JxCat difícilmente apoyará los Presupuestos Generales del Estado si no hay acuerdo sobre la amnistía, por lo que Sánchez aún no puede abrir el melón presupuestario, y este contexto no ayuda a relanzar la negociación en Cataluña: aspectos clave de las cuentas catalanas -como el techo de gasto o transferencias- dependen de las estatales.
Además, si los socialistas no tienen garantías de aprobación de los presupuestos estatales, tampoco tienen incentivos para acelerar la negociación catalana, porque darían toda la ventaja negociadora al independentismo.
¿Cuándo puede llegar el acuerdo?
Si no se dan las condiciones para un acuerdo, el Govern seguirá prorrogando las cuentas del año pasado, que ya fueron expansivas y que le permitirían llegar hasta el final del mandato, previsto para febrero de 2025, pero si hay acuerdo, las fuentes consultadas creen que las cuentas no entrarán en vigor hasta pasada la Semana Santa.
Sin embargo, fuentes del Govern dejan abierta la posibilidad de que el acuerdo sí llegue pronto: aseguran que las conversaciones con el PSC «avanzan bastante bien» y podrían cerrarse «en cuestión de pocos días», mientras que el acuerdo con los comunes vendría a continuación, en un orden inverso al del año pasado.