Grecia dice NO a la 'troika'
´El pueblo griego ha cambiado la respuesta de Europa y quiere que sea solidaria y democrática´. Así se pronunció Alexis Tsipras después de que el ´no´ se impuso con el 61,42% de los votos
Los griegos mandaron un «no» rotundo a Europa al rechazar con una amplia mayoría la propuesta presentada por los acreedores y sobre la que se expresaron en el referéndum celebrado ayer en Grecia. Con el 90 % de los votos escrutado, el «no» se imponía con el 61,42 % frente al sí que obtuvo el 38,58 %, un reflejo de que el pueblo heleno da la espalda a las políticas de austeridad.
La participación superó el 62%, muy por encima del 40 % que exigían las normas para que el resultado fuese considerado válido.
«El referéndum de hoy no tiene vencedores ni vencidos. Es una victoria en sí mismo. Demostramos que la democracia no puede ser chantajeada», dijo el primer ministro griego, Alexis Tsipras, en un mensaje televisado.
Destacó que ahora es el momento de «restablecer la cohesión social», pues la convocatoria de esta consulta ha generado un clima de división entre los partidarios de una y otra opción. «El pueblo griego ha cambiado la respuesta de Europa, ha dado una respuesta que quiere una Europa solidaria y democrática. Grecia entrará en la mesa de las negociaciones, retomar el sistema bancario griego», afirmó. Así, el primer ministro aseguró que su Gobierno reiniciará a partir de hoy mismo las negociaciones con los acreedores para tratar de alcanzar un acuerdo con las instituciones y señaló que la prioridad es la reapertura de los bancos.
Una de las peculiaridades de este referéndum es que se celebró bajo la imposición de un control de capitales que dura ya una semana.
Reestructurar la deuda
Tsipras añadió que en esta ocasión entrará en la negociación la reestructuración de la deuda, una necesidad que, dijo, incluso ha reconocido el Fondo Monetario Internacional, que forma parte junto con la Comisión Europea y el Banco Central Europeo de las instituciones acreedoras.
Expresó su confianza, además, en una solución al problema de liquidez de la banca y afirmó que el Banco Central Europeo «se da cuenta de la dimensión humana de la crisis».
Tras conocerse la victoria del «no», también se pronunció en una declaración pública el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, quien afirmó que a partir de hoy, con el rotundo «no» del pueblo griego, el Gobierno podrá «tender una mano de cooperación» a los socios e intentar buscar con ellos un «lugar común».
Críticas a las instituciones
Varufakis señaló que el «’no’ es un ‘no’ a la austeridad. Es un regreso a los valores de Europa».
Pese al tono conciliador, el ministro reafirmó sus críticas a las instituciones al recalcar que «durante cinco meses rechazaron todo debate sobre la austeridad y la deuda».
Tras conocerse los primeros resultados, los miembros del Gobierno coincidieron en afirmar que la victoria del «no» fortalece la posición del Ejecutivo en las negociaciones, ya que envía el mensaje a Europa de que los griegos desean un mejor acuerdo que ofrezca nuevas perspectivas de futuro.
El resultado del referéndum se cobró ayer mismo su primera víctima política, el presidente del principal partido de la oposición, Nueva Democracia, Andonis Samarás, que había hecho campaña por el «sí».
«El Gobierno tiene ahora la responsabilidad de lograr un acuerdo que evite que el país se hunda. La victoria del ‘no’ algunos la traducirán en Europa como voluntad de salir de la eurozona. Llamo a los socios a ayudar a Grecia a permanecer en el euro», dijo el líder de Nueva Democracia y ex primer ministro conservador.
Miembros de su partido pidieron al Gobierno que haga todo lo posible para que el país «vuelva a la normalidad» cuanto antes y le instaron a tratar de rebajar la división social.
Nada más publicarse las primeras cifras del recuento de votos, miles de personas acudieron a la céntrica plaza Syntagma, donde las celebraciones se alargaron hasta la madrugada.
¿La salvación de Tsipras?
No cabe duda de que este referéndum agónico es una victoria política de Tsipras, agotado e inflado físicamente estos días, pero sí hay muchas sobre para qué le puede servir. El Gobierno mandaba ayer mismo una delegación a Bruselas a negociar y a cerrar un acuerdo en 48 horas, porque desde el punto de vista heleno su voto significa que quieren el euro y seguir en la UE, pero en condiciones que permitan una vida digna. Sin embargo este desenlace ideal es pura ilusión. Se mueve en el mismo plano que el referéndum, un voto con un sentido más emocional y simbólico que literal traducido como «una fiesta de la democracia».
Fueron las palabras de Tsipras tras votar: «Desde mañana –hoy para el lector– abrimos un camino para todos los pueblos de Europa, hoy la democracia derrota el miedo». Ayer en la plaza de Syntagma, en Atenas, había ambiente de verbena, con música ‘sirtaki’ y vendedores de salchichas. Tsipras podía ya haber dicho ‘no’, él personalmente, lo mismo que el referéndum, pero ha querido que lo digan los griegos, porque será difícil que todo un pueblo quede como el malo o el tonto de la película. Tsipras quiere que Europa asuma ese papel, si se atreve, y ese es el filme que comienza hoy.