Finlandia entra en la OTAN
Helsinki, que es ya oficialmente el miembro número 31 de la Alianza militar, aboga para que Suecia también pueda ser integrada antes de julio
«La nueva era» de Finlandia comenzó este martes al convertirse en el miembro número 31 de la OTAN. De esta manera, el presidente del país nórdico, Sauli Niinisto, y la primera ministra, Sanna Marin, calificaron el ingreso formal a la Alianza.
Después de casi diez meses, culminó el proceso de adhesión con la entrega de los documentos de acceso al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, en un acto celebrado en la sede de Bruselas. El pacto se selló con la bandera blanquiazul izada en la explanada exterior del centro mientras sonaba el himno en presencia de los ministros de Exteriores de los otros treinta socios.
«Este es un día histórico», aseguró el secretario general de la organización militar, Jens Stoltenberg. «Por primera vez, 31 banderas volando juntas como símbolo de la unidad», afirmó. «Bienvenidos a la Alianza», añadió tras asegurar que, desde este martes, «Finlandia está más segura» y la OTAN «más fuerte».
La jornada estuvo marcada por el simbolismo. Además de que coincidió con el aniversario del Tratado de Washington con el que se fundó la institución militar hace 74 años, también fue un mensaje directo en medio de la guerra de Ucrania. Según Stoltenberg, «el presidente ruso, Vladímir Putin, quería cerrar la puerta de la OTAN; ahora mostramos al mundo que ha fracasado, que las agresiones y la intimidación no funcionan».
Blinken se sumó a las declaraciones sobre el refuerzo de la seguridad e indicó que tenía «la tentación de decir que es algo que debemos agradecer al señor Putin, porque ha precipitado algo que quería prevenir». Con la llegada de Finlandia, la OTAN cuenta con 1.300 kilómetros adicionales de frontera directa con Rusia. Una ampliación que duplica la extensión del cerco.
Suma también un contingente de 280.000 soldados y uno de los mayores arsenales de artillería en Europa. Sin embargo, la adhesión no supone el despliegue inmediato de tropas, aclaró Stoltenberg. «Lo que tenemos en muchos países es ejercicios, presencia aérea y naval, pero no estamos de manera permanente», explicó tras enfatizar que el tema aún no ha sido tratado en profundidad con el nuevo miembro.
En los últimos años, la OTAN reforzó el frente del Este con batallones en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia. Y con la invasión de Ucrania, se ampliaron a Bulgaria, Hungría, Rumanía y Eslovaquia.
Ante el escenario de guerra, Finlandia se ofreció a contribuir a la defensa colectiva, pero este martes se inclinó a una posición más neutral. El presidente advirtió que esta incorporación no hace que el país vaya a dejar de buscar «la resolución pacífica de la disputa» y señaló que «no va dirigida contra nadie». Ahora que ya se formalizó el ingreso, Helsinki inicia el verdadero trabajo para compenetrarse con el organismo. Niinisto reconoció que durante los próximos años el país deberá adaptar su legislación para mejorar la compatibilidad con la del conjunto trasatlántico.
Apoyo a Estocolmo
Durante el evento se recordó el parón que sufre Suecia en su solicitud de sumarse a los 31. De hecho, la primera acción de Finlandia como socio de la OTAN fue demostrar su apoyo con la entrega a Estados Unidos del documento de ratificación de la adhesión de Estocolmo.
Hace menos de un año, ambos países pidieron la entrada a la institución transatlántica, pero Hungría y Turquía insisten en el veto a los suecos. «La integración no está completa sin Suecia. Los esfuerzos para su rápida entrada continúan», afirmó Niinisto.
La OTAN ha organizado para julio una cumbre en Lituania, un evento en el que se espera celebrar también el ingreso de Suecia al grupo. «Estocolmo está listo para unirse a la Alianza», dijo Blinken en un tuit con una fotografía junto a su homólogo sueco, Tobias Billstrom, tras un encuentro de los diplomáticos en Bruselas.