Feijóo sale reforzado de la nueva mayoría absoluta del PP gallego
El BNG sube, pero a costa del Partido Socialista, que obtiene sus peores resultados. Los populares ya presumen de que su estrategia contra la amnistía al independentismo ha funcionado en Galicia
El resultado de las elecciones gallegas del 18 febrero deja la quinta mayoría consecutiva del PP, la primera con Alfonso Rueda al frente, un fuerte crecimiento del BNG, que concentró el voto por el cambio aunque de forma estéril, una caída a mínimos históricos del PSdeG y la entrada en la Cámara autonómica de la formación localista y populista Democracia Ourensana. Además Ni Vox ni Sumar ni Podemos consiguen representación.
El PP logró retener la mayoría absoluta por quinta vez consecutiva, la primera con Alfonso Rueda al frente. Aunque gana votos respecto a 2020, el PP pierde dos escaños, de 42 a 40, con el 98 % escrutado, tanto por el desgaste de la gestión de los quince años anteriores como por su propio liderazgo, aún en construcción tras lustros a la sombra de su jefe, Alberto Núñez Feijóo.
Al igual que en 2009 la victoria de Núñez Feijóo en Galicia le dio un impulso determinante a Mariano Rajoy en su carrera hacia la Moncloa, este domingo la victoria de Alfonso Rueda puede hacer lo mismo con su antecesor en Galicia o, al menos, consolidar su liderazgo en el partido y acallar las voces que lo ponían en cuestión.
Los populares ven además la mayoría absoluta como un castigo al apoyo del gobierno de coalición a la amnistía. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, pidió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que reflexione tras los resultados de las elecciones gallegas, por entender que son toda una «lección» para los socialistas porque demuestran el «rechazo» de la sociedad a las políticas de Moncloa.
«Galicia se ha encargado de mandar el primer mensaje de este nuevo ciclo electoral», señaló Gamarra, para quien el resultado de este domingo en Galicia, con el PP revalidando la mayoría absoluta y el PSdeG tocando suelo, «es la demostración de que esta política (la de los socialistas) cuenta con el rechazo de la sociedad española».
Acusó a Pedro Sánchez de abandonar sus principios, siglas y a su candidato para «alimentar al independentismo» con el objetivo de que no gobernara el PP, logrando el «peor resultado en la historia del PSOE en Galicia».
«España se jugaba mucho»
«España se jugaba mucho en Galicia y los gallegos han sabido responder a favor de Galicia y a favor de España con la participación más alta de los últimos 16 años», insistió por su parte Gamarra, que celebró que los gallegos hayan elegido «los puentes frente a los muros, la estabilidad frente al lío o la unión frente a la división».
A preguntas de los periodistas, relacionó también el hundimiento del PSOE con la ley de amnistía y destacó además el mal resultado de su socio de coalición, Sumar, que ha quedado fuera del Parlamento gallego.
También señaló que la quinta mayoría absoluta del PP en Galicia, la primera de Alfonso Rueda tras suceder a Alberto Núñez Feijóo al frente de la Xunta, muestra que «no hay ninguna duda» sobre el liderazgo del presidente del partido.
Fuentes del partido consideran que la mayoría absoluta avala su estrategia de oposición frontal a la amnistía.
El propio líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, dio las gracias a Galicia en un mensaje en X, donde felicitó a Alfonso Rueda y al PP gallego, al tiempo que defendió que «gana Galicia» y «gana la estabilidad y el ‘sentidiño’».
La importante subida del BNG (de 19 a 25 escaños) consolida a la fuerza nacionalista como alternativa al PP pero la caída de su potencial socio, el PSdeG, la fragmentación de la izquierda y la barrera del 5 % por ley para conseguir un acta, que penaliza sobre todo en las provincias interiores, impidieron la alternativa.
Ana Pontón, que lideraba por tercera vez la candidatura del BNG, llevó a la fuerza a cotas históricas, aunque en un partido que apuesta por la limitación de mandatos -con excepciones, ahí está Miguel Anxo Fernández Lores como alcalde de Pontevedra desde 1999- puede hacer reflexionar a la formación sobre un eventual cambio al frente de la formación para liderar una nueva etapa en la oposición.
La candidatura del socialista José Ramón Gómez Besteiro, que fue presentado como «el deseado» por su equipo y respaldado por Pedro Sánchez y todos los ministros de manera contundente durante la campaña, hizo aguas en las urnas ante un electorado altamente polarizado que apostó por los nacionalistas como opción para liderar un eventual cambio no producido.
Y es que el electorado de izquierdas en Galicia, históricamente, ha funcionado como una suerte de vasos comunicantes que apostaban por una u otra fuerza -e incluso la abstención- en función del tipo de comicios y de las circunstancias.
Los socialistas, con 9 escaños, han caído a su mínimo histórico, tras una bajada sostenida de los últimos años, que los había dejado en 14 actas en 2016 y en 2020.
Democracia Ourensana, la fuerza populista del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, ha logrado entrar en el Parlamento por primera vez en su historia, pero no será decisiva.
El líder de Vox, Santiago Abascal, admitió que el resultado de las elecciones gallegas no ha sido bueno para su partido, pero tampoco «para España» por el avance del BNG.
El alcalde de Ourense y presidente de Democracia Ourensana, Gonzalo Pérez Jácome, se enorguellció de que «ya estamos dentro -del Parlamento y van a cambiar las cosas».