España propone a Bruselas limitar ingresos a nucleares e hidráulicas para rebajar la luz
Los recibos se han incrementado y se buscan soluciones
La propuesta que ha elaborado el Consejo de Ministros para reformar el mercado eléctrico europeo en el que se conforma el precio de la luz aboga por acotar los llamados beneficios caídos del cielo de las centrales que se aprovechan del modelo actual en el que los costes elevados que marca el gas les proporciona millonarios ingresos y elevan el recibo de la luz.
La idea del Ministerio para la Transición Ecológica, que ha definido ese análisis, quiere aplicar un precio de generación regulado a la energía nuclear y a la hidroeléctrica. Es decir, que los ingresos que perciban estas plantas por generar luz se encuentren fijados previamente, en función de unos parámetros que cubran costes pero eviten ingresos extraordinarios.
Se trata de una de las novedades del futuro sistema que defiende España, cuya propuesta ha sido ya remitida a la Comisión Europea. Bruselas tiene previsto abrir un complejo e intenso debate y negociación entre los 27 Estados miembro para modificar el actual 'pool' diario. Esto es, el mecanismo que determina el coste eléctrico cada día y que ha llevado durante 2022 a precios récord con puntas en los meses de marzo y agosto, cuando los recibos de los consumidores se vieron perjudicados.
Con la limitación del coste que el sistema energético pagaría a las centrales nucleares y a las hidroeléctricas, España quiere limitar los ingresos de esas tecnologías, que ahora cobran por un precio tan elevado como el que suele marcar las centrales de gas -las más caras-, independientemente de que a ellas les cueste mucho menos dinero producir electricidad. La propuesta, que sería de ámbito comunitario, no obliga a que todos los países europeos establezcan esa regulación, pero sí habilita esa posibilidad que, en el caso del Gobierno actual, estará dispuesto a aplicar para limitar los beneficios caídos del cielo.
Sin embargo, los beneficios teóricos de ese nuevo mecanismo tardarán en llegar. Así lo ha admitido la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en su intervención tras el Consejo de Ministros: «Es probable que no tenga beneficios inmediatos, pero sí iría desplazando a la forma de contratar la energía con mercados a corto plazo e iría reduciendo la volatilidad de forma muy importante en el tiempo». Consciente de esta realidad, el Ejecutivo quiere prorrogar el tope ibérico (el mecanismo que limita el precio al que se paga el gas natural que se utiliza para producir luz entre los 40 y los 50 euros/MWh) hasta finales de 2024. Es decir, dos años más. Ribera calcula que esa herramienta ha ahorrado de media unos 150 euros por familia con tarifa regulada, unos 4.500 millones desde junio hasta diciembre de 2022.
El futuro mecanismo europeo de formación de precios, según lo ha propuesto el Ejecutivo, pasa por una combinación de dos sistemas. Por una parte, el actual, basado en precios a corto plazo diarios en función de la demanda y condicionados por la última tecnología que entre al sistema, y que marca el precio final. Esas últimas centrales suelen ser las de ciclo combinado que utilizan gas. Es decir, el gas se va a seguir retribuyendo en la luz al precio que cueste el gas natural en el mercado internacional. Aunque la propuesta derivará en una reducción paulatina del peso de este mercado en el precio final de la luz.
Un precio medio más estable
Ese espacio del pool diario dominado por el gas lo ocuparía un nuevo sistema de formación de precios para las renovables (eólicas y solares fotovoltaicas), así como hidráulica y nuclear.
Se trataría de que la legislación comunitaria (la directiva de mercado interior de la electricidad) permita firmar a las eléctricas contratos a largo plazo, frente al precio diario que ahora utilizan en el mercado. Es decir, se trata de que el nuevo mecanismo «aporte estabilidad de precios, que evite el estrés, que apoye la nueva construcción de renovables, que reparta los costes de forma equitativa y que evite los beneficios extraordinarios», según fuentes del departamento dirigido por Ribera.
El nuevo mecanismo redundaría en una mayor estabilidad de las facturas. Pero el Ejecutivo no ha ofrecido datos sobre los cálculos que ha realizado acerca del impacto positivo del nuevo mecanismo. «Todo dependerá del mix eléctrico de cada país y de la implantación de las renovables», indican en Transición Ecológica. En cualquier caso, apuntan que España «está adelantada porque tenemos mucha» tecnología eólica o solar.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, había abogado por modificar el sistema de formación de precios. Para ello, es necesario cambiar la directiva que data de 1998, cuando no había renovables, y poner de acuerdo a los 27 países.