ERC suspende a dos miembros por los carteles contra Maragall
Se abren expedientes disciplinarios contra 4 personas: un militante de Anoia, Tolo Moya, Sergi Sabrià y Marc Colomer
ERC ha decidido suspender de militancia temporalmente a 2 de los 4 miembros del partido que considera implicados en el caso de los carteles contra los Maragall.
El responsable de cumplimiento ha enviado este viernes el informe a la ejecutiva, que lo ha aceptado y elevado al Consejo Nacional. De los 4 miembros implicados, ERC ya ha suspendido a 2 de militancia, de forma temporal. Y, por uno de ellos, plantea su expulsión definitiva.
Este último se trata del caso «muy grave», y el otro suspendido temporalmente tiene una falta «grave», y se le puede suspender un máximo de 2 años. A los otros 2, el partido propone una sanción «leve» y con una advertencia. Los 4 implicados son un militante de Anoia, Tolo Moya, Sergi Sabrià y Marc Colomer.
Fuentes conocedoras del informe han explicado que uno de los militantes ya suspendidos temporalmente es el del Anoia que habría encargado los carteles.
En segundo lugar, también está el entonces director de comunicación, Tolo Moya; así como el exvicesecretario de comunicación, Marc Colomer, y el exportavoz, expresidente del grupo de ERC en el Parlament y exviceconsejero, Sergi Sabrià.
Todos ellos declararon en los últimos días ante el jurista interno encargado de estudiar el caso y redactar el informe, Xavier Mombiela.
Además, ERC realizará un protocolo de campañas, así como una auditoría interna. Terminada la fase de investigación, y con el visto bueno de la ejecutiva reunida esta tarde -ya con Rovira- en la propuesta de sanciones, el caso se llevará ahora a la Comisión de Garantías del partido. Ésta será la encargada de resolver los expedientes.
La ejecutiva de hoy se ha conjurado para que hechos como estos «no se vuelvan a repetir» y ha pedido que se hagan todas las investigaciones necesarias para «dilucidar las dudas generadas por este tipo de campaña».
El informe ratificado incluye la elaboración de un nuevo protocolo interno para el diseño y gestión de campañas y activismos, con el objetivo de que no se superen «nunca» los límites éticos «como ocurrió en el caso de los carteles».