Entra en vigor la ley que prohibe las llamadas comerciales
Las asociaciones de consumidores aplauden la medida, pero se muestran escépticas con su cumplimiento
Desde este jueves ya no se podrán recibir llamadas con fines comerciales salvo que exista una solicitud o consentimiento previo por parte del consumidor. Es decir, se acabó eso de que nos suene el teléfono a cualquier hora para vendernos un seguro, una nueva tarjeta o plantearnos un cambio de compañía telefónica.
¿Será así o las empresas buscarán resquicios legales para darle una vuelta de tuerca? En teoría, no podrán hacerlo, pero las asociaciones de consumidores tienen serias dudas.
Hasta ahora no se exigía un consentimiento previo por parte del usuario en las llamadas comerciales, tal y como se establece ahora en la nueva normativa -artículo 66.1.b de la Ley General de Telecomunicaciones-, "únicamente se reconocía el derecho a oponerse al tratamiento de datos personales y solicitar el fin de estas comunicaciones no deseadas por diferentes vías, que no siempre se respetaban", reconocen en la Organización de Usuarios y Consumidores (OCU), un organismo que aplaude la entrada en vigor de la nueva legislación, pero que ya se ha mostrado un tanto escéptico con su cumplimiento.
Sanciones ejemplares
De hecho, ha solicitado a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) que asuma las "labores de control, vigilancia y, en su caso, establezca sanciones ejemplares ante la inobservancia reiterada de las normas en comunicaciones comerciales tanto por teléfono como por medios electrónicos por parte de las empresas".
Desde 2009 la ley exige a las empresas que llamen desde un número reconocible para acabar, así, con el uso indiscriminado de numeraciones ocultas, pero como suele pasar en estos casos "hecha la ley, hecha la trampa", apostillan en la OCU.
"Lo que ocurre ahora es que se ponen en contacto contigo desde un número móvil o fijo identificable, muchas veces con prefijo incluido, para cumplir el requisito legal, pero la realidad es que seguimos sin saber quién nos telefonea. La cantidad de números que se usan en las campañas de 'telemarketing' es inabarcable", lamentan.
Un estudio realizado por la propia OCU en el que recopilaron más de dos centenares de llamadas comerciales perdidas revela que solo fueron capaces de averiguar la procedencia de un tercio de ellas, pese a que en la pantalla del teléfono figuraba un número perfectamente identificable.
"Cuando devolvíamos la llamada, en la mayoría de los casos saltaba un mensaje en el que se nos indicaba que la línea no existía o, directamente, que no recibían llamadas entrantes", explican.
La entrada en vigor de esta nueva ley nace precisamente con la idea de eliminar estas molestas comunicaciones, que afectan hasta al presidente del Gobierno, como reconoció el propio Pedro Sánchez en la entrevista concedida el martes a 'El Hormiguero'.