Emoción, tensión y boicot independentista en el quinto aniversario del 17A

Homenaje a las víctimas cinco años después de los atentados

Barcelona ha rendido hoy un emocionado homenaje a los 16 muertos y centenares de heridos el 17A, cinco años después de los atentados, en un tenso acto institucional boicoteado por decenas de independentistas al grito de «queremos la verdad» sin respetar el minuto de silencio, lo que ha molestado a las víctimas.

En el acto, una ofrenda floral con claveles blancos frente al mosaico de Miró en Las Ramblas, los políticos han dado el protagonismo a las víctimas y a sus familiares, de forma que los representantes institucionales, encabezados por el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, los ministros Miquel Iceta y Raquel Sánchez, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se han situado en segunda fila.

Sin embargo, antes, durante y después de la ofrenda floral, mientras sonaba de fondo «El Cant dels Ocells», el oficioso himno de la paz de Pau Casals, decenas de independentistas concentrados en los alrededores han abucheado a los representantes políticos y han gritado «queremos la verdad», «vergüenza» y «vosotros, fascistas, sois los terroristas», mientras mostraban pancartas con lemas como «Reclamamos explicaciones».

La protesta ha proseguido incluso durante el minuto de silencio, roto asimismo por uno de los concentrados, que ha gritado: «España es un estado asesino, queremos la verdad, hipócritas».

Ovación a Laura Borràs

Al finalizar el acto, la expresidenta del Parlament y líder de JxCAT, Laura Borràs -relegada a la cuarta fila tras ser suspendida al frente de la cámara después de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña acordase enviarla a juicio por corrupción-, se ha acercado a saludar a uno de los grupos que ha protagonizado la protesta, que la han recibido con una ovación y gritos de «presidenta, presidenta», mientras la animaban a «romper el Govern».

Las personas que han boicoteado el acto han acabado coreando «Els Segadors», el himno de Cataluña, y proclamando gritos a favor de la independencia.

Varios minutos después de que el acto hubiese finalizado, y tras momentos de tensión, algunos de los familiares de las víctimas se han encarado con el hombre que ha roto a gritos el minuto de silencio, ante lo que éste y algunos de sus acompañantes han replicado: «Vinieron aquí a matar a catalanes».

El asesor de la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo (UAVAT), Robert Manrique, ha lamentado el boicot de estos grupos independentistas, ya que considera que «no era el lugar» y que no se deben usar estos actos «para hacer política».

En declaraciones a los periodistas, Manrique ha asegurado que a muchas víctimas y a sus familiares les ha «afectado» y les ha hecho «mucho daño» que «no se respetara ni el minuto de silencio».

«Yo rogaría que, independientemente de las ideas de cada uno, ya que todo el mundo puede pensar lo que quiera, a la próxima, si hacemos otro acto, tengan en mente y piensen en las víctimas y no en lanzar mensajes políticos. Se puede decir lo que se quiera pero hay momentos y momentos», ha indicado Manrique.

Algunas de las víctimas presentes en el acto también han denunciado una vez más el abandono institucional y han lamentado que por el momento solo un tercio de los afectados que han sido reconocidos como tales por la sentencia judicial de la Audiencia Nacional han sido indemnizados.

Posteriormente, las 12.00 horas, decenas de personas, entre ellas Laura Borràs, convocadas por la «Plataforma 17A, exigimos responsabilidades» bajo el lema «Estado español y CNI, responsables», han protestado ante la sede de la comisión Europea de Barcelona y han reclamado que los «verdaderos responsables paguen por sus actos».

Olvidados

También se ha desmarcado del acto oficial la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), que ha denunciado el «olvido» y la «marginalidad» al que les someten las instituciones.

Pese a que el ministro de Cultura, Miquel Iceta, tenía previsto atender a los periodistas al finalizar el acto institucional, finalmente ha optado por no hacerlo, en una muestra del malestar del Gobierno por el boicot y, a través de Twitter, ha pedido «unidad en favor de la convivencia democrática».

También mediante las redes sociales, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha abogado por continuar «avanzando unidos por la libertad y la convivencia», mientras que el de la Generalitat, Pere Aragonès, ha agradecido a los profesionales de los equipos de emergencias su labor durante el atentado y ha trasladado un recuerdo a las víctimas y un abrazo a sus familias.

Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha lamentado no se haya respetado «algo tan sagrado» como el minuto de silencio, y ha exigido que, pese a que es «absolutamente lógico» que las víctimas exijan la máxima transparencia sobre el atentado, no se utilicen «estas cuestiones para alimentar teorías de la conspiración», ya que «los propios Mossos d’Esquadra dicen que no tienen ninguna base».

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha afirmado por su parte que el mejor homenaje a las víctimas es «saber toda la verdad», ya que «no es justo ni humano negar a las víctimas el derecho a saber».

«Pasividad»

JxCAT ha criticado en un comunicado la «pasividad de algunos estamentos políticos y policiales» del Estado ante el 17A.

«Cinco años después todavía hay incógnitas por aclarar, como la relación del CNI con el imán de Ripoll (Girona), Abdelbaky Es Satty, que jamás se ha querido investigar con la transparencia y el rigor que requiere un hecho tan grave como este», ha afirmado la formación independentista, que luego en las redes sociales ha mostrado su apoyo a las víctimas y ha mostrado su «más enérgico rechazo» a la interrupción del minuto de silencio.

Desde el Govern, el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha reconocido que «hay un riesgo» de atentado terrorista en Cataluña como el que puede existir en otros países europeos, pero ha precisado que «no hay que caer en el alarmismo», al tiempo que se ha comprometido a hacer una ley de atención a las víctimas.