El rey emérito Juan Carlos I justifica su inmunidad ante la Justicia británica
La defensa de la examante Corinna Zu Sayn-Wittgengstein defiende en un tribunal de Londres el carácter privado del acoso
Juan Carlos I niega las alegaciones de acoso vertidas por su examante Corinna Zu Sayn Wittgenstein -Larsen, de soltera- en la demanda de daños y perjuicios que interpuso en Inglaterra en 2020, pero su equipo legal enfoca el preámbulo del proceso judicial en calificar las supuestas ofensas como «actos» ejecutados en su «capacidad pública» como anterior rey de España.
Así lo justificó su abogado británico Timothy Otty al abrir la vista del recurso que se desarrolla este martes 8 en la sala 74 de la Corte de Apelación de Inglaterra y Gales.
El rey emérito busca probar su inmunidad para ser juzgado en Reino Unido por las acusaciones de hostigamiento, intimidación e intrusión en su domicilio de Mónaco de su antaño amiga y asesora danesa-alemana.
En disputa también está el papel en la supuesta operación de seguimiento, espionaje e intimidación del entonces jefe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), teniente general Félix Sanz Roldán, a quien la demandante implica directamente en su rol oficial en una primera versión de la denuncia.
Larsen rectificó recientemente el relato de su querella civil para desvincular a la agencia estatal española del embrollo y calificar los viajes de Sanz Roldán a Londres, su aparente gestión y dirección del espionaje y hurto de documentos en su residencia de Mónaco como acciones que desempeñó a «título personal», debido a su amistad con el entonces jefe del Estado.
Ambas cuestiones, que forman parte de la apelación interpuesta por los abogados del emérito, se limitan a actos y hechos anteriores a la abdicación de Juan Carlos, en junio de 2014. El juzgado de primera instancia le negó, el pasado marzo, protección judicial en Inglaterra contra la presunta conducta «sistemática» de acoso de Larsen, pero su equipo legal logró el permiso de la venia para apelar parte de la sentencia original en esta fase preliminar del caso. El recurso se limita, por tanto, a cuestiones de inmunidad relacionadas con alegaciones anteriores a su renuncia al trono.
Lady Eleanor King, jueza de apelación desde 2008 y antes de la división de asuntos familiares, preside el recurso junto a su la dama juez Ingred Simler, con larga experiencia en disputas laborales, y el lord juez Andrew Popplewell, especializado en legislación comercial. La presentación de alegatos de ambas partes está prevista de prolongarse a lo largo de la jornada. La decisión de los tres jueces podría emitirse antes de final de año.
La defensa de Corinna insiste en que el acoso del emérito fue un acto privado
La defensa de la examante del rey Juan Carlos I Corinna Zu Sayn-Wittgengstein defendió este martes en un tribunal de Londres el carácter privado del acoso que sufrió ésta por parte del emérito, para argumentar que el exmonarca no gozaba de inmunidad entre 2012 y junio de 2014, cuando abdicó.
El Tribunal de Apelación de Londres celebró hoy una vista para atender el recurso que los abogados del emérito presentaron contra el dictamen del Tribunal Superior de esta capital, que el pasado marzo dictaminó que Juan Carlos I no tenía inmunidad entre los años 2012 y 2020, el periodo que Corinna le acusa de haberla acosado personalmente o a través de personas de su entorno.
En julio pasado, los abogados de Juan Carlos I, del bufete Carter Buck, recibieron autorización para recurrir ese dictamen del Tribunal Superior, pero solo para el periodo entre 2012 hasta la abdicación, el 18 de junio de 2014, por lo que el resto del periodo que incluye las acusaciones de Corinna -hasta el año 2020- debe ir a juicio.
La vista de hoy, que se celebró en la sala número 74 y duró más de cinco horas, estuvo presidida por los jueces Ingrid Simler, Eleanor King y Andrew Popplewell, que escucharon los argumentos del abogado del rey, Timothy Otty, y de Corinna, James Lewis.
En su intervención, Otty argumentó que el rey goza de inmunidad en virtud de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas.
En la demanda civil original, Corinna -quien hoy no estuvo presente en el tribunal- sostuvo que el acoso estuvo presuntamente coordinado en ocasiones por el antiguo director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, lo que Juan Carlos I ha negado.
Lewis pidió hoy que se prestara atención al «contexto» en el que la conducta del rey se produjo, porque el acoso contra la mujer con la que tuvo una relación sentimental «nunca es un acto soberano».
«¿Fue un acto en virtud de su faceta pública? Si no lo es, entonces el emérito no es inmune», insistió el letrado.
Según la demandante, esas acciones, por las que reclama una indemnización por daños y perjuicios y una orden judicial de protección, «amenazaron» su seguridad y la de sus hijos.
En ese sentido, Lewis argumentó que el acoso le ha provocado a Corinna ansiedad y depresión, pero los jueces cuestionaron este argumento al no haber un informe médico completo y oficial que indique que la demandante ha sufrido heridas psicológicas.
En la sesión judicial, Otty señaló que el hecho de que Roldán tuviera una relación personal muy estrecha con Juan Carlos I no implicaba que las presuntas acciones que ha denunciado Corinna se hicieran en el ámbito privado porque, cuando hay inmunidad de Estado, no pueden separarse los motivos privados de los de Estado.
El abogado defendió la inmunidad del emérito en virtud la Ley británica sobre Inmunidad y se quejó de que la defensa de Corinna no aportase pruebas en relación a las alegaciones sobre el impacto en su salud cuando comenzó este proceso en 2021.
El antiguo jefe de Estado de España «niega enfáticamente» que participara o dirigiera «cualquier acoso» contra Corinna y «rechaza» estas alegaciones como «no verdaderas», según el argumento del emérito.
La jueza Eleanor King avisó a los dos equipos de defensa del enorme gasto que supone este caso e informó a las partes de que esperan dar a conocer el dictamen lo antes posible, si bien no se espera que sea antes de finales de este año.