El puño mundial de la independencia es de Alcanar

La foto de la alcanarense Vero Santapau en el triunfo de Junts pel sí ha dado la vuelta al planeta en la prensa

A Vero Santapau la alertaron los brincos constantes del WhatsApp y el aluvión de mensajes por Facebook y Twitter. Sus fotos apasionadas con el puño en alto se habían convertido en un icono del sentir independentista. Allí aparecía ella, copando la prensa internacional de más enjundia, celebrando eufórica la victoria independentista del 27-S frente al Born Centre Cultural de Barcelona, donde la candidatura de Junts pel sí seguía los resultados electorales de la noche del domingo.

Quizás fuera su atuendo (estelades y demás merchandising del ‘sí’) o su actitud, enérgica y rebelde, pero numerosos fotógrafos de la prensa internacional se fijaron en ella y la retrataron. «Ha sido un poco extraño verse en tantos sitios, pero me siento satisfecha, llevo tres años luchando por la República Catalana y estamos en camino», admite Vero, de 37 años, alcanarense de adopción, una enamorada de las Terres de l’Ebre y activista convencida que pone su granito de arena para que Catalunya sea un estado propio.

Después de pasar el día en Barcelona, acudió a la concentración de Junts pel sí y se colocó, sin buscarlo, en primera fila, en una posición relativamente al alcance de los flashes. En unas horas, tras el delirio por los festejos de Junts pel sí, su rostro –ese puño al cielo– se convirtió en un icono internacional del independentismo: apareció en The New York Times, Le Monde, Libération, The Guardian, The Washington Post o Le Figaro, cabeceras de referencia mundial. «Estaba con mi marido y les llamaríamos la atención, pero fue una sorpresa que tuviera tanto alcance. Yo siempre lo doy todo y por eso les gustaría esa imagen. Lo importante es que estuvimos allí y que este país va a tirar para adelante. Yo quiero la felicidad para los míos y esa es la manera de conseguirla».

 

La pancarta de la cementera

Ese retrato del ademán furioso sirvió para ilustrar la victoria en la lucha, allí donde habita ella desde hace años, militando en la causa. La semana pasada volvió a hacer noche para proteger una pancarta de 40 metros con la palabra ‘Independència’ en el puente de la cementera de Alcanar, sobre la N-340. Se fueron relevando en turnos de 24 horas durante cinco días. «Nos quedamos a dormir para custodiarla y que no la quitara nadie. Ya lo habíamos hecho otras veces. Tanto si nieva como si llueve, hay que seguir defendiendo las cosas», dice Vero.

No es la primera vez que lo hace. Ya en septiembre de 2013, junto a su pareja, Frank Facchinelli, se encargó de proteger la pancarta de posibles boicots o ataques a pocos días de la Via Catalana. Hicieron noche en una tienda de campaña, recibiendo regularmente visitas de apoyo y ánimos, alientos que sirvieron para hacer más llevadera la dura experiencia. Ese activismo en las alturas se ha articulado incluso en el grupo de Facebook ‘Guàrdia del pont de la cementera’. «No soy de ningún partido pero sí lucho por lo que creo que es mejor. Estoy contenta porque hemos tenido repercusión en la prensa internacional, que nos ha reconocido el plebiscito. Ahora confío en que los políticos no nos hagan la puñeta. Si no, continuaremos saliendo a la calle y luchando», anuncia Vero, a la que todavía le cuesta acostumbrarse a verse en las portadas de la prensa más influyente.

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