El Govern y los Mossos se revuelven contra Puigdemont por su comportamiento «impropio»
El comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, ha sido muy crítico con la actitud de Puigdemont y de su entorno, a los que ha recriminado que no fuesen «leales» con el cuerpo policial
El Govern y los Mossos han acusado a Carles Puigdemont de no ser «leal» y de mantener un comportamiento «impropio» en alguien que fue presidente de la Generalitat al intentar usar a la policía para «dinamitar» la investidura de Salvador Illa y «desestabilizar» el acuerdo que le daba la mayoría.
Así lo han asegurado el conseller de Interior en funciones, Joan Ignasi Elena, y el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, en una rueda de prensa en la que han admitido «desaciertos» en el dispositivo para detener a Puigdemont, aunque han asegurado que no creen que hicieran el «ridículo» y han descartado dimisiones en la policía, a pocos días de concretarse un cambio de Govern.
Sallent ha sido muy crítico con la actitud de Puigdemont y de su entorno, a los que ha recriminado que no fuesen «leales» con los Mossos, al intentar utilizarlos para que su eventual detención «desestabilizara» el acuerdo para investir al socialista Illa.
Sallent ha reconocido que «por más» que lo intentaron, no pudieron detener a Puigdemont, al tiempo que ha denunciado una «verdadera campaña de desinformación» por parte del entorno del expresidente catalán sobre su regreso a España.
«No es un Jodorovich» pero se pareció a «Jimmy Jump»
En ese sentido, según el comisario jefe, los Mossos d'Esquadra creyeron lo que Puigdemont y su entorno venían anunciando desde hace días sobre sus intenciones de asistir al pleno de investidura: «es alguien que ha sido presidente de la Generalitat, no es un Jodorovich ni una persona que se dedique al crimen organizado».
«Se pareció más a lo que hace Jimmy Jump», ha lamentado Sallent, en referencia al espontáneo acostumbrado a irrumpir en eventos deportivos de masas. «No sé si (Puigdemont) nos engañó, en cualquier caso, fue desacierto nuestro en el enfoque, pensábamos que iba a participar a un debate y a ejercer su deber y sus obligaciones parlamentarias», ha apuntado.
«Desaciertos» sí, «ridículo» no
Pese a admitir «desaciertos», ha rechazado que se pueda considerar que los Mossos hayan hecho el «ridículo» con la fuga del expresidente y ha agregado que tampoco se puede poner en duda la labor de la policía catalana ni de sus mandos, ya que aunque no se pudo cumplir con el objetivo de detenerle, en este proceso intervinieron otras personas, entre ellas Puigdemont y los cargos electos y autoridades que le «ampararon», entre ellas el secretario general de Junts, Jordi Turull, a quien citarán a declarar.
En este sentido, ha defendido que los Mossos lograron su objetivo de garantizar el orden público y la seguridad del pleno de investidura, aunque fallaron en el de la detención de Puigdemont, por lo que, «como no puede ser de otra manera», darán explicaciones al juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que ya se las ha pedido.
Sallent ha insistido en que no se sienten «traicionados» por Puigdemont -»no es a nosotros a quien ha traicionado», ha dejado caer- y ha explicado que estaban convencidos de que el expresidente no venía a entregarse a la policía, por lo que uno de los escenarios que esperaban era que intentara entrar con su séquito por la fuerza dentro del Parque de la Ciutadella, blindado por los Mossos.
La previsión de los Mossos era hacer la detención en el lugar más idóneo, sin generar problemas de orden público, de forma que cuando finalizó su discurso efectivos de la comisaría de Información intentaron una «aproximación», aunque una «masa» constituyó un «muro» humano para impedírselo.
Según Sallent, el dispositivo estaba diseñado de forma que el punto más idóneo para intentar la detención de Puigdemont era en las proximidades del parque de la Ciutadella, por lo que ya tenían los vehículos y a agentes a punto para trasladarle al juzgado.
El comisario jefe ha insistido en negar cualquier tipo de acuerdo con Puigdemont o su entorno para pactar su detención y ha denunciado que ha habido una «verdadera campaña de desinformación» en la que el entorno del expresident introdujo «elementos de confusión».
En este sentido, ha indicado que, pese a todas las proclamas previas por parte de Puigdemont y su entorno, están convencidos de que no pretendía asistir al debate de investidura, sino, con su eventual detención, suspender el pleno e «intentar desestabilizar el acuerdo existente» que daba la mayoría a Illa.
«No es una actitud leal hacia la institución del cuerpo de los Mossos», ha sentenciado Sallent, que ha dicho que hablaba en nombre de toda la cúpula de los Mossos.
Los Mossos no son ni serán una «policía patriótica»
También ha salido al paso de algunas críticas contra los Mossos por parte del independentismo, en las que se les reprocha la detención de dos agentes «patriotas» que ayudaron al líder de Junts, ante lo que ha asegurado que la policía de la Generalitat es un cuerpo democrático al servicio de los ciudadanos y que nunca serán una «policía patriótica».
«Ya hemos tenido ejemplos de lo que es una policía patriótica, y eso no lo seremos nunca», ha apuntado.
Los Mossos no dimiten
Pese a que la huida de Puigdemont ha puesto a los Mossos en el ojo del huracán, Sallent ha descartado dimisiones en el cuerpo: «Los Mossos no dimiten... Se nos nombra y se nos cesa. A mi me nombra y me cesa el conseller de Interior. Estoy ejerciendo mi responsabilidad», ha apuntado.
De cara a la entrada del nuevo Govern liderado por Salvador Illa, se ha mostrado confiado en que se garantizará la «estabilidad» del cuerpo y podrán seguir con su estrategia de crecimiento y transformación.
El comisario jefe ha sido también muy duro contra los dos mossos detenidos por ayudar al líder de Junts a regresar a Barcelona y volver a huir, lo que considera «reprobable, inaceptable y una afrenta al cuerpo»: «No merecen vestir nuestro uniforme».
Sallent ha detallado que en el dispositivo de ayer se movilizó a 602 efectivos policiales, sin contar los que se desplegaron en el dispositivo Jaula.
Asimismo, fuentes policiales han especificado que los Mossos tienen actualmente vigentes un total de 34.138 órdenes de detención emitidas por distintos juzgados.
Puigdemont intentó «dinamitar» la investidura
Por su parte, el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, ha cerrado filas con los Mossos y ha arremetido contra Puigdemont por sus intentos de «dinamitar» la investidura. «No preveíamos un comportamiento tan impropio de quien fue la máxima autoridad del país», ha señalado.
Elena ha defendido que el operativo era «dimensionado», aunque se abrirá una investigación para analizar si hubo fallos, mientras ha cargado contra quienes intentaron «desprestigiar» el pleno de investidura de Illa con «ataques injustos y falsos» para situar al actual Govern de ERC «fuera del frente del independentismo» y hacerlo «cómplice del españolismo».