El Gobierno declara este martes zonas gravemente afectadas las áreas más golpeadas por la DANA

Carlos Mazón comparece sin nada de autocrítica y reclama al Gobierno ayudas de 31.402 millones de euros para paliar los efectos del temporal en la Comunitat Valenciana. Catalunya también recibirá estas ayudas

El Consejo de Ministros aprobará previsiblemente hoy martes la declaración de zona gravemente afectada por una emergencia de protección civil para aquellas áreas más golpeadas por la DANA y que, entre otras medidas, facilitará ayudas económicas a las víctimas de esta catástrofe natural que ha ocasionado hasta el momento 217 fallecidos.

Aparte, de la Comunitat Valenciana, las zonas geográficas más asoladas por la DANA (depresión aislada en niveles altos) son Castilla-La Mancha, Andalucía, Catalunya y Aragón.

Está previsto que el consejo también apruebe una Comisión interministerial, que trabajará para impulsar de manera urgente y rápida la reconstrucción y el relanzamiento económico de las áreas afectadas, según anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado sábado tras presidir el Comité de crisis para los efectos de esta catástrofe.

La declaración de zona catastrófica está regulada en la Ley del Sistema Nacional de Protección Civil, aprobada en 2015, y su objetivo es reforzar los mecanismos que potencien y mejoren el funcionamiento del sistema nacional de protección de los ciudadanos ante emergencias y catástrofes.

Dicha declaración podrá ser solicitada por las administraciones públicas interesadas; y en estos supuestos y con carácter previo a su declaración, el Gobierno podrá solicitar informe a la comunidad o comunidades autónomas afectadas.

Restablecer las infraestructuras

Además, el Gobierno y la Generalitat Valenciana han cuantificado, en una primera estimación provisional, en 2.600 millones de euros la inversión necesaria para restaurar la zona afectada por la y han pactado un plan global para facilitar la movilidad y recuperar las infraestructuras básicas en la provincia de Valencia. Así se hacordó en la primera reunión del Grupo de Respuesta Inmediata de Infraestructuras Consell-Gobierno. En el encuentro se consensuó la constitución de dos subgrupos de trabajo para avanzar en los trabajos y mejorar la coordinación, así como realizar de forma conjunta un plan de transporte para dar una alternativa de movilidad hasta que puedan restablecerse las principales vías de entrada y salida de Valencia y los municipios afectados.

Carlos Mazón, sin autocrítica

Pur su parte, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, compareció finalmente ayer por la tarde reclamando al Gobierno un primer paquete de ayudas de 31.402 millones –el equivalente al presupuesto de la Generalitat de Catalunya– para aplicar 136 medidas de un plan de recuperación destinado a reconstruir, relanzar y paliar los efectos del temporal. Anunció un paquete de medidas, agradeció la implicación de la ciudadanía y no hizo autocrítica alguna.

Mazón afirmó que todas las instituciones deben tener un único objetivo y no es momento de cálculos, sino que es «la hora de las respuestas, de recursos, de hechos» para recuperar el futuro, y ha afirmado que es consciente de toda la indignación» y la «rabia que hay, pero hay que trabajar unidos buscando «soluciones y certezas».

La DANA, que desde hace casi una semana ha afectado con especial virulencia a la Comunitat Valenciana, deja hasta el momento 217 víctimas mortales en todas las zonas afectadas, numerosos desaparecidos así como innumerables destrozos en viviendas, vías de comunicación y miles de hogares sin electricidad entre otros daños.

Los desastres naturales no transmiten enfermedades infecciosas ni los cadáveres son fuente de epidemias en España; el principal riesgo ahora de las aguas de la dana, sobre todo las estancadas, son las enfermedades gastrointestinales, los mosquitos y las heridas que pueden causar los materiales que arrastran.

Es el mensaje en el que ayer quisieron insistir sociedades científicas de salud pública, urgencias y emergencias y ONG que están sobre el terreno en las zonas más afectadas para garantizar la salubridad de estas áreas.

Desde el Ministerio de Sanidad ya han aclarado que la contaminación de agua por cadáveres de animales o humanos no es un problema ahora mismo de salud pública en estas zonas, aunque sí ha destacado la importancia de que se retiren cuanto antes.

Lo más habitual que se va a presentar en los próximos días son enfermedades gastrointestinales y, según avancen los días, la proliferación de vectores en aguas estancadas.