El aumento de las temperaturas provocará mayores turbulencias aéreas y más virulentas

Los problemas derivados de la crisis climática también afectan a los vuelos

El pasado mes de mayo, el vuelo SQ321 de Singapore Airlines con destino Londres sufrió graves turbulencias llegando a perder bruscamente unos 2.000 metros en cinco minutos, provocando un muerto y un centenar de heridos.

¿Qué fenómeno está comportando un aumento de las turbulencias y, sobre todo, de su virulencia? Según certifica un estudio científico de la Universidad de Rading (Reino Unido), el calentamiento global está detrás de todo esto.

Según los científicos, que llevan analizando datos desde 1979, «la duración anual total de turbulencia severa aumentó en un 55% en 2020». Los especialistas llevan más de una década de investigaciones que relacionan las turbulencias de aire claro con el cambio climático. Conocida como CAT, la turbulencia en aire claro, que no es detectable para los satélites, es causada por masas de aire que se mueven a velocidades diferentes.

Según relatan los expertos, en altitudes muy elevadas estos cambios repentinos se ven afectados por los jet streams (corrientes en chorro), quienes dependen de la temperatura del aire. Puede llegar a existir una diferencia de 160 km/h entre el aire de la corriente en chorro y el aire circundante, lo cual da lugar a una fricción que se materializa en el avión en forma de turbulencias.

El incremento de los gases de efecto invernadero, que contribuye al calentamiento global, altera el flujo de los jet stream haciendo que las CAT sean cada vez más frecuentes. Al no poder ser detectadas por los radares, los pilotos no pueden hacer gran cosa por esquivarlas y por eso se consideran tan peligrosas.