Dos ingresadas más en Madrid con síntomas de fiebre hemorrágica
La primera es una mujer cuyo marido fue picado por una garrapata y la otra, una sanitaria que tuvo contacto con la enfermera contagiada
Dos mujeres ingresaron ayer en los hospitales Gómez Ulla y Carlos III de Madrid con síntomas de posible contagio de fiebre hemorrágica Crimea-Congo. Ambas presentan un cuadro de fiebre alta. El Ministerio de Sanidad informó ayer de que el Centro Nacional de Microbiología analizará las muestras de estos casos, cuyos resultados se conocerán hoy, y la Comunidad de Madrid volvió a poner en marcha el protocolo de asignación de hospital para personas sospechosas de padecer enfermedades infecciosas de alto riesgo.
La primera de las mujeres supuestamente contagiadas había visitado un pueblo de Avila junto a su marido. Al llegar al hospital Ramón y Cajal, explicó a los médicos que una garrapata había picado en la pierna a su marido, que al principio tuvo síntomas de fiebre pero que ahora se encuentra bien. Posteriormente, ella comenzó a sentirse indispuesta y acudió al centro sanitario al notar fiebre y otros síntomas propios de la enfermedad, por lo que fue trasladada al hospital Gómez Ulla para ser aislada. «Esta pareja ha actuado muy bien, de forma rigurosa y preventiva», opinó Angel Gil, portavoz de la comisión técnica establecida para el estudio y seguimiento de la enfermedad.
La otra hospitalizada es una sanitaria del Laboratorio Clínico Central, ubicado en el Hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, que estuvo en contacto con la enfermera afectada.
Esta profesional acudió en la noche del viernes con síntomas de Crimea-Congo al hospital La Paz-Carlos III y relató que había tenido contacto con los fluidos de la enfermera contagiada que trató al hombre de 62 años víctima del primer caso de fiebre hemorrágica en España, que murió el 25 de agosto.
La enfermera, por su parte, permanece ingresada en la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del Hospital La Paz-Carlos III y continúa estable dentro de la gravedad. Este hecho, a juicio de Angel Gil, es esperanzador porque la mujer se encuentra «en el momento álgido de la fase más aguda de la enfermedad».
Además de las personas hospitalizadas, el número de vigiladas ha aumentado en las últimas 24 horas de 190 a 282. «Se han ampliado el número de ‘contactos’ como medida de prevención y control para que no se nos escape nadie», indicó Gil.