Asturias se vuelca con el Día de las Fuerzas Armadas presidido por los Reyes
Allí ya estaba el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, junto con otras autoridades. También ha asistido al desfile desde la tribuna de invitados el presidente de la Comisión de Defensa del Congreso, Alberto Fabra
Miles de asturianos han asistido este viernes y este sábado a los actos conmemorativos del Día de las Fuerzas Armadas, celebrados en Gijón y Oviedo con la participación de unos 6.000 militares y presididos por el rey, acompañado en los de la capital ovetense por la reina Letizia.
Después de que el viernes Felipe VI asistiera en Gijón a una revista naval, este sábado Oviedo ha acogido el acto central de esta conmemoración, que se ha cerrado con desfile por las calles de la capital asturiana que ha sido presenciado, en un día soleado y de calor, por miles de personas.
Al desfile de los tres ejércitos, de la Legión y de la Guardia Civil no ha asistido la princesa de Asturias, ya que se encuentra de maniobras dentro de su formación en la Academia General de Zaragoza.
Antes de comenzar el acto y mientras se esperaba la llegada de los Reyes, un grupo de personas situado muy cerca de las gradas de las autoridades ha abucheado a la ministra de Defensa, Margarita Robles, y han proferido gritos de «fuera, fuera».
Robles, que es precisamente el miembro del Gobierno mejor valorado por los ciudadanos en las encuestas del CIS, ha respondido a los abucheos con un saludo con la mano a otras personas asomadas en los balcones de sus viviendas para presenciar el desfile.
Poco antes de las doce del mediodía han llegado Felipe VI y la reina Letizia, a los que han acompañado a la tribuna Robles, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el almirante general Teodoro Esteban López Calderón; el presidente del Principado, Adrián Barbón; y el alcalde de Oviedo, Alberto Canteli.
Allí ya estaba el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, junto con otras autoridades. También ha asistido al desfile desde la tribuna de invitados el presidente de la Comisión de Defensa del Congreso, Alberto Fabra.
Escoltados por la Unidad de Caballería de la Guardia Real, los reyes han llegado en coche a la avenida de los Hermanos Menéndez Pidal, por donde transcurrirá la mayor parte del desfile, y han escuchado el himno nacional acompañado de una salva de 21 cañonazos.
Tras el izado de la bandera, los reyes han presenciado el salto paracaidista de dos miembros de la patrulla acrobática del Ejército del Aire.
Lo han llevado a cabo dos militares catalogados como deportistas de alto nivel por el Consejo Superior de Deportes (CSD): Eduardo Perruca, que ha hecho de guía y que cuenta con una bagaje de más de 7.000 lanzamientos; y el asturiano Miguel Antonio Gómez, que ha portado la bandera española de 54 metros cuadrados y 15 kilos de peso.
Precisamente, este militar se ha proclamado por segundo año consecutivo campeón de España en la disciplina de Precisión de Aterrizaje y acumula más de 6.500 lanzamientos.
Tras los saltos, la patrulla Águila, con siete aeronaves, ha hecho una pasada y ha dibujado la bandera española en el aire. Otra pasada ha cerrado el acto mientras la Guardia Real a caballo desfilaba.
Un homenaje a los caídos, durante el que el rey, con uniforme de capitán general del Ejército del Aire, ha depositado una rama de laurel, ha dado paso al desfile de las diferentes unidades de vehículos acorazados y motos.
Como es habitual, las unidades más aplaudidas han sido la Unidad Militar de Emergencias y la Legión, que en esta ocasión han llevado para el desfile a la mascota ‘Baraka’, un borrego macho de dos años.
En total han participado 121 vehículos, 13 de ellos acorazados-mecanizados, y 36 motos. En cuanto al personal, han desfilado 3.145 militares a pie y otros 105 a caballo, en un recorrido estimado de un kilómetro.
El Día de las Fuerzas Armadas se celebra cada año el sábado coincidente o más próximo al 30 de mayo, festividad de San Fernando.
Desde hace tiempo, el acto central de esta conmemoración se ha desplazado a diferentes ciudades españolas y, además de Madrid y Oviedo, ya se ha celebrado en Huesca, Sevilla, Guadalajara, Logroño y Granada.
Este día «se configura como una jornada de encuentro y comunicación entre ciudadanos, civiles y militares, para acentuar su recíproca comprensión», como reza el decreto que lo instauró.