Descubren otro de los refugios del campo de aviación de Santa OIiva

El aeródromo fue uno de los más importantes de la aviación republicana durante la Guerra Civil

La Guerra Civil ya estaba prácticamente perdida para la República, pero se intentaba resistir. Meses antes se impulsó la construcción de una serie de aeródromos para hacer frente a los ataques franquistas y ayudar a las tropas republicanas.

En Santa Oliva se construyó uno de esos aeródromos en el conocido como Vesper de la Gloriosa y que tenía conexión con otros del Penedès, como los de Monjos, Sabanell y Pacs, incluso con los de Valls y el de Reus desde donde se lanzaban ataques para dar apoyo en la Batalla del Ebro y el frente del Segre.

El campo de aviación de Santa Oliva es un demasiado desconocido patrimonio de la memoria histórica que jugó un papel clave y que todavía hoy conserva muchos de sus elementos.

Oculto tras piedras y tierra

Otros van descubriéndose por el empeño de la Associació per a la Difusió de la Història de Santa Oliva (Adhso) que trabaja para rehabilitar espacios del aeródromo y divulgar su legado. Recientemente ha encontrado otro refugio antiaéreo del campo que estaba oculto tras una gran cantidad de piedras y tierra. Tras liberar el bloqueo apareció uno de esos cobijos en un buen estado en los que se protegían las tropas en un ataque.

La conservación de estructuras subterráneas y sobre el terreno hacen del de Santa Oliva un conjunto de gran valor para el que ADHSO reclama la catalogación de Bien Cultural de Interés Nacional.

Doce puntos de protección

A medida que los miembros de ADHSO sacaban piedras aparecían paredes de ladrillo y una estructura de ‘volta catalana’. Es el armazón y material que mejor soporta las vibraciones de las bombas.

El refugio estaría destinado a que pudiera guarecerse la tripulación y mecánicos de un único avión. De esos cobijos había varios en el campo.

Por los planos de la época de la construcción en un entorno cercano habría hasta doce de esos puntos para protegerse. Tres están localizados y puede accederse. Dos quedaron tapados por la autopista y otros afectados por fincas agrícolas.

Queda por conocer el estado actual del gran refugio con capacidad para 150 personas. Hace años pudo bajarse y se comprobó que tenía entre 150 y 200 metros con una estructura con diversos cuatros para crear esquinas y evitar que en caso de metralla provocase una matanza.

Interés global

Jordi Basseda, de ADHSO, destaca que la importancia de ese conjunto va más allá de la trascendencia local y ofrece un gran valor histórico y pedagógico.

El aeródromo cuenta con siete espacios desde las casetas de acceso, a la vivienda del cuerpo de guardia y los refugios. Para su construcción llegaron vecinos de diferentes localidades. También los soldados procedían de distintos puntos y mantuvieron una estrecha relación con los vecinos.

Estaba pensado para escuadras de caza, los conocidos como moscas. Sus dimensiones permitían el aterrizaje de más de una escuadra a la vez. Las dimensiones del campo permitían acoger hasta dos escuadrones de moscas, lo que suponía unas 150 personas.