Pilar Carbonell encarna la segunda generación del accionariado mayoritario del grupo constructor fundado por su padre en Tarragona hace 50 años y que hoy atraviesa un proceso de diversificación, internacionalización y crecimiento en nuevos mercados y sectores.
Cincuenta años de actividad es un hito considerable en la biografía de una compañía. Imagino que han cambiado mucho como empresa.
Carbonell Figueras comenzó, efectivamente, hace medio siglo en Tarragona, concentrando su actividad en el movimiento de tierras y en la construcción civil, en la industria generada alrededor de la por entonces incipiente energía nuclear. Hoy podemos definirnos como un grupo global de construcción. Somos ya mas de 1.200 empleados y atravesamos un momento de crecimiento y especialización, de la mano de nuestros clientes, líderes mundiales en sus respectivos sectores, con quienes mantenemos relaciones de colaboración de largo recorrido.
¿Con qué se quedaría tras esta singladura del grupo? ¿Sería capaz de resumirlo en una sola frase?
Hay infinidad de proyectos de los que estamos profundamente satisfechos. Pero nuestro mayor orgullo es haber llegado hasta este aniversario de la mano de un excelente grupo humano, haciendo las cosas a nuestra manera, y con la expectativa de seguir mejorando y de continuar creciendo.
¿Siguen unidos a Tarragona? ¿Los órganos de dirección se mantienen en la ciudad?
Por supuesto, nada ha cambiado en este sentido. Las decisiones estratégicas continúan tomándose desde nuestra sede principal en Tarragona. La deuda de nuestro grupo con Tarragona y con la visión y esfuerzo de su equipo fundador es, desde luego, impagable. Igualmente debo reconocerle que nuestra presencia en diferentes áreas geográficas de España implica que todos viajemos bastante a aquellos lugares donde se encuentran nuestros clientes.
¿Como se traduce en el día a día la apuesta por Tarragona?
Le puedo poner muchos ejemplos. Uno de los que nos sentimos más orgullosos es que apostamos por la empleabilidad local y promovemos un ejercicio continuo de formación, que indudablemente repercute en nuestro entorno inmediato. Tenga en cuenta además que el comité de dirección se celebra aquí, desde Tarragona se deciden las decisiones del grupo Carbonell y por supuesto, aquí hemos celebrado también nuestra fiesta de aniversario.
¿Podría hablarnos de alguno de los proyectos que están desarrollando en el territorio?
En Tarragona tenemos el orgullo de poder hablar de trabajo continuo. Nunca dejamos de trabajar en la provincia. Ahora, como habrá sabido, se acaba de inaugurar la planta de Covestro, una importante obra industrial para el territorio. Igualmente estamos a punto de entregar unas innovadoras naves logísticas en Valls. Como decía, tenemos razones para sentirnos unidos a Tarragona.
¿Sigue siendo la diversificación de su actividad una prioridad del grupo?
La diversificación es importante porque contribuye al crecimiento y al mantenimiento de la estructura, y de una plantilla que ha crecido. Pero también a satisfacer las nuevas necesidades de nuestros clientes, aportando equilibrio a la cifra de negocios y seguridad financiera. Estamos presentes además de en España, en Portugal, Perú y Panamá y operamos a través de diez divisiones especializadas como petroquímica, energía, logística, automoción o data centers y añadimos a la construcción servicios auxiliares asociados. La especialización es clave para poder entender mejor a nuestros clientes.
Como accionista mayoritaria, ¿cómo afecta el carácter de empresa familiar a la gestión del grupo?
En nuestro caso particular, el carácter familiar contribuye a preservar valores fundacionales que definen nuestro desempeño como grupo. Valores como la preocupación por el equipo humano y su desarrollo, la calidad y el servicio al cliente o la prudencia en la gestión. Hemos trabajado con intensidad en la creación y desarrollo del gobierno corporativo, creando órganos para la profesionalización del grupo y mejorar los procesos de toma de decisiones. En este sentido, como le decía, tengo claro que mi familia continuará implicada en potenciar nuestra actividad como empresa y el crecimiento del grupo. Intento transmitirles siempre la necesidad de profesionalización y la importancia de la gestión del talento. Me gustaría poder preservar la filosofía que rige el funcionamiento del grupo y espero que la siguiente generación encuentre una empresa diversificada, con potencial de crecimiento y también con la capacidad de sobreponerse a las crisis.
¿Continuarán creciendo? ¿Afecta a su crecimiento la amenaza de recesión o un entorno de tipos de interés al alza al que no se ve fin?
El crecimiento para nosotros no solo es un objetivo, es también una consecuencia de la relación de confianza y fidelidad de nuestros clientes, a quienes acompañamos desde hace décadas. Confiamos en que la recesión logre evitarse o sea muy breve, técnica, como dicen los economistas. El entorno de tipos alto ralentiza la economía, claro, y en particular segmentos como el residencial, aunque la actividad en áreas pujantes como la logística, la energía o la gestión de datos lo compensen. Nuestro balance financiero es robusto y se nutre de recursos propios. En ese sentido, la escalada de tipos no encarece nuestra financiación; somos una compañía bastante conservadora y eso en estos momentos constituye una gran ventaja. Y sí. Continuaremos creciendo. Nuestra cartera garantiza incrementos de dos dígitos en la facturación consolidada.
¿Cómo afronta Carbonell Figueras la creciente preocupación por la Responsabilidad Social Corporativa?
Los criterios ESG no solo constituyen una preocupación ética. Como constructores debemos garantizar a nuestros clientes y usuarios finales que minimizamos el impacto en el medio cumpliendo las más estrictas certificaciones internacionales. La exigencia ha aumentado y eso es bueno. Europa lidera no solo la concienciación en materia de sostenibilidad, sino también la implementación de nuevos estándares y como grupo europeo con actividad internacional, ello es algo positivo para nosotros. En este sentido, hemos desarrollado una línea de negocio con el objetivo de realizar reformas integrales ( residenciales e industriales) con la garantía de generar en el proceso el mínimo impacto medioambiental. Además, continuamos trabajando para construir un entorno más sostenible, como acreditan las diferentes certificaciones ISO obtenidas, la BREEAM o la EcoVadis 23, entre otras.
Nos ha sorprendido su reciente entrada en la Fundación Atapuerca junto a patronos como Repsol o Iberdrola. ¿Cómo conecta su actividad con la paleontología?
Si reflexionamos un poco, casi todo lo que hacemos conecta de un modo u otro con los orígenes de nuestra especie. Ser humanos implica cooperar. Participar en el patronato de la Fundación Atapuerca significa apoyar a la ciencia en nuestro país y a un equipo de investigadores líder mundial en su campo. Conocer nuestro pasado nos permite aprender de él y puede además contribuir a darnos algunas claves sobre nuestro futuro. Nos hace mucha ilusión ser, modestamente, parte del proyecto.
Por cierto, hay una conexión importante también entre Atapuerca y Tarragona, ¿no es verdad?
Así es, tanto por la figura de Eudald Carbonell, vicepresidente de su fundación y catedrático de la URV- nos apellidamos igual, pero es una coincidencia- como por el nutrido conjunto de investigadores de la misma universidad que protagonizan desde hace décadas las campañas estivales de excavación.
¿Dejando atrás el medio siglo de vida, cómo afronta el Grupo Carbonell Figueras su futuro?
Lo que hemos vivido todos en los últimos años tanto en el plano humano como en el corporativo nos ha enseñado a no hacer previsiones a muy largo plazo, pero somos optimistas en relación con la próxima década. Vemos oportunidades muy interesantes ligadas a las energías limpias, a la necesaria modernización del país y la industria nacida en torno a los datos. Además, la preocupación internacional por cadenas de producción más cortas y por la autonomía estratégica en los países demanda infraestructuras de todo tipo, no solo logísticas donde somos líderes. Infraestructuras que se traducirán en oportunidades para empresas de construcción especializadas de ámbito global como la nuestra. En lo personal, puedo decirle con orgullo que mi familia continuará apostando por el grupo tanto por su crecimiento como por el mantenimiento de los valores fundacionales centrados en el desarrollo y fortalecimiento de nuestro equipo humano.
