«Lo que vale para Barcelona no vale para Catalunya», admitió Cristina Lagé, directora general de Turisme de la Generalitat de Catalunya, ante un auditorio lleno de representantes del sector turístico de la demarcación de Tarragona. Lo ha hecho en una nueva edición del ciclo de jornadas ‘Bon dia Tarragona’, que organiza la Cambra de Tarragona y donde Lagé ha pronunciado la conferencia titulada Tarragona lidera el nou paradigma del turisme.
Ese nuevo paradigma pasa por «crear negocio» y «diversificar», desestacionalizando y buscando diferenciación. Con oportunidades que, en el caso de la demarcación de Tarragona, pasan por el turismo deportivo, la gastronomía o la silver economy, en torno a un concepto que Cristina Lagé cree esencial: lo mediterráneo.
Pero es en el bloque de diálogo con los asistentes cuando la directora general de Turisme ha visto confrontado su análisis. La intervención de Quim Cristià, vicepresidente segundo de la Federació Empresarial d’Hostaleria i Turisme de la província de Tarragona (FEHT), fue directa, al explicar que desde el sector turístico del sur de Catalunya «nos vemos discriminados». Y que no sirven las apelaciones a la «aritmética parlamentaria» para justificar esa discriminación.
Puso como ejemplo el caso de Hard Rock, que podría ser «un atractivo» para avanzar en la estrategia de diversificar y desestacionalizar el sector turístico en el sur de Catalunya. «Pero si evitamos este atractivo -explicó Cristià-, la gente no viene». Tras lo cual, lamentó que «mientras [Jaume] Collboni [alcalde de Barcelona] vota con Junts y el PP la ampliación del aeropuerto [de El Prat], nadie vota con Junts y el PP por Hard Rock en Tarragona».
«Hard Rock se estudiará en las escuelas de política»
Quim Cristià sumó a la lista de agravios la subida de la tasa turística (que Lagé insistió en que es un impuesto), duplicada por el Govern con el apoyo de los Comuns, y que en su opinión provocará que Tarragona sea «la provincia más afectada, porque el 50% de las visitas vienen de España».
La respuesta de Cristina Lagé defendió que «la ampliación del aeropuerto de Barcelona es buena para todo el mundo», y reivindicó que «lo que hemos de reclamar es la ampliación del aeropuerto de Reus y el ferrocarril; esta es mi guerra».
«Hard Rock -prosiguió Lagé- se estudiará en las escuelas de política, porque se mezclan muchas cosas. Entiendo vuestra postura, y me consta que el conseller [de Empresa i Treball, Miquel Sàmper] la conoce, pero es algo que me supera en mucho, porque en Hard Rock se mezclan gotas de moral y ética, economía, política social... ojalá pudiese decir alguna cosa más».
Sobre la tasa turística, explicó que «en breve tendremos muchas comunidades autónomas con impuesto turístico, pero otra cosa es la subida». En este punto, añadió que «hemos de proteger el sector MICE (turismo de negocios y eventos profesionales), porque el vacacional no lo perderemos». Dicho lo cual, defendió que «no es justo que los servicios municipales [de municipios turísticos] se paguen solo con los impuestos ciudadanos».
Llegó la pregunta sobre los apartamentos turísticos y la percepción de valor que reciben los clientes tras el pago de ese impuesto turístico. La respuesta de Cristina Lagé fue clara: «Los apartamentos turísticos han de ser regulados, y hay que profesionalizar su gestión». Pero admitió algo clave: «Barcelona tiene una situación y una realidad, pero Catalunya no es Barcelona; lo que vale para Barcelona no vale para Catalunya».
«El primer problema que tenemos como sociedad -prosiguió- es la vivienda, pero la culpa no es solo de los apartamentos turísticos, aunque busquemos un cabeza de turco. Y no puede ser que Barcelona [y su crisis de gentrificación], que es una parte, se tome por el todo. Este sector [de los apartamentos turísticos] pervivirá, no va a desaparecer».
