En 2017 tres colegas químicos decidieron poner en marcha un proyecto con el que desarrollar nuevos productos para cerrar incisiones y proteger heridas, pero que fuesen biocompatibles y biodegradables, intentando eliminar del mapa sanitario «el superglue médico actual», que tiene consecuencias negativas para los pacientes.
Con sede en Reus, Synkotech Biocompatible Materials es una empresa de biotecnología que se ha especializado «en el desarrollo específico de soluciones biocompatibles para la sutura de heridas y la cicatrización de la piel dañada», en palabras de sus fundadores. Angélica Balanta (Colombia), llegó de su país natal a Tarragona para realizar el máster de Química de la URV. Cursando sus estudios aquí, conoció a Amadeu Bonet (Reus) y Verónica de la Fuente (La Selva del Camp), ambos también licenciados en Química, creando «un vínculo personal y profesional». Casualidades de la vida, sus doctorados y sus diferentes proyectos laborales los llevó a los tres a Inglaterra, donde desarrollaron y ampliaron distintas capacidades profesionales.
Malonatos: es la molécula con la que trabajan. Su innovación implica que estos adhesivos permiten cerrar órganos y tejidos
En momentos dispares y por causas distintas, cada uno volvió Tarragona, donde sus caminos se cruzaron para formalizar este proyecto, bajo la premisa de hacer una búsqueda más aplicada al mundo de la salud. Y es que precisamente era algo en lo que se basaba la tesis de los tres: química organometálica, pero virando hacia una vertiente más farmacéutica.
Ese fue el origen de Synkotech, cuyos accionistas principales provienen del mundo de los protectores cutáneos. «En el mercado actual se utilizan productos que tienen limitaciones», declara de la Fuente. «Se utilizan cianocrilatos, siliconas y poliuretanos, que son reactivos, tóxicos, causan irritaciones...», apunta Bonet, mientras Balanta explica que los poliuretanos no se deberían aplicar en medicina.
La clave de los productos de Synkotech está en la estructura de las moléculas que utilizan, los malonatos, creando una película protectora de acción inmediata que permite el cierre de tejidos y de órganos, algo totalmente innovador.
«Queríamos ofrecer al mercado una opción de material que fuese más respetuoso con el tratamiento de las heridas cutáneas y también que ayudase a democratizar la sanidad, en el sentido de que los sanitarios no tengan que hacer acciones tan repetitivas, desaturando el sector y trabajando desde la prevención de los pacientes, que es clave», especifica de la Fuente.
Actualmente tienen dos líneas de productos, «la gama Blau, específica para uso profesional sanitario y hospitalario y la gama lila, que es la vertiente de productos de venta en farmacias», aclara Bonet. Balanta confirma que también están en pleno proceso «de lanzamiento de una tercera línea, especializada en veterinaria» y haciendo una «fuerte campaña a nivel de internacionalización de la marca».
Actualmente, de la Fuente es la CEO, Bonet es CTO y Balanta es COO de Synkotech. Sus especialidades y especializaciones profesionales particulares son un punto clave en la empresa: «nuestra principal fortaleza de radica en una combinación multidisciplinar de expertos en química, ingeniería química, biomedicina y asuntos regulatorios», apunta Balanta. Algo que también les permite poder brindar servicios de consultoría para proyectos de investigación de otras empresas, ISO y servicios analíticos.
