Repsol podría desbloquear hoy la inversión estratégica de 1.100 millones de euros en el polo petroquímico de Tarragona, congelada a consecuencia del gravamen extraordinario a grandes energéticas y banca. El Consejo de Administración de esta empresa energética, con centros de producción en el Polígono Norte del polo petroquímico de Tarragona, puede abordar hoy dar luz verde a proyectos como la Ecoplanta de El Morell y su electrolizador asociado, congelados desde hace más de un año a consecuencia de la pretensión del gobierno de coalición PSOE-Sumar de hacer permanente ese gravamen.
El rechazo del Congreso de los Diputados, la semana pasada, a la prórroga durante 2025 de este gravamen abre la puerta ahora a que Repsol certifique que se dan las condiciones para «un marco regulador y fiscal estable» que reclamaba, permitiendo desbloquear unas inversiones que en España ascienden a unos 1.500 millones de euros, de los cuales unos 1.100 millones de euros irían destinados a Tarragona.
La Ecoplanta de El Morell y el mayor electrolizador de España (con hasta 150 MW) -ambos avalados por la Comisión Europea tras un durísimo proceso de selección competitiva en toda Europa-, que suman una inversión conjunta de 1.050 millones de euros, son los dos proyectos estrella que tiene hoy el polo petroquímico de Tarragona para transitar con éxito su descarbonización y circularidad.
Su posible cancelación o paso a situación de stand by permanente fue un jarro de agua fría para muchas de las ambiciones de este territorio para conseguir una industria descarbonizada, circular y de alto valor añadido en el marco de un continente, el europeo, donde no todos los complejos petroquímicos van a sobrevivir a este proceso.
Así lo explicaba hace pocas semanas el presidente de la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT), Ignasi Cañagueral: «Si una empresa no invierte, por la razón que sea, sufrimos los demás. Si Repsol no invierte, tenemos un problema como sector. Porque no son ellos solo, es toda una cadena. Dow no descarbonizará sola su cracker si no lo hace también Repsol. Esto pasará con muchas otras cosas».
De forma similar se manifestaron en su momento las organizaciones sindicales con presencia en el polo petroquímico de Tarragona, al constatar que la posible pérdida de esta inversión podía marcar un punto de inflexión para el futuro del polo petroquímico de Tarragona, en el que trabajan de forma directa e indirecta alrededor de 11.000 personas, a las que se les añaden otros 35.000 puestos de trabajo inducidos.