Messer Ibérica ha inaugurado este jueves su nueva planta de producción de gases que ha levantado en el polígono químico Sur, en Vila-seca. Esta nueva factoría, destinada a la producción de oxígeno, nitrógeno y argón, ha supuesto una inversión de 60 millones de euros que incluye mejoras en las otras instalaciones que posee la multinacional en Vila-seca.
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, junto al propietario de la compañía, Stefan Messer, y numerosas autoridades del territorio han asistido al acto simbólico de puesta en marcha de la nueva planta de fraccionamiento de aire.
Las nuevas instalaciones, cuyo punto más característico es la nueva torre de 70 metros que se ha levantado entre la autovía de Tarragona-Salou y el Raval de la Mar, son una de las más grandes y modernas de este tipo en Europa. Tiene una capacidad para producir cada día hasta 2.600 toneladas de gases.
Esta nueva fábrica, además, trabaja con un sistema completamente electrificado, no emite ningún tipo de emisión contaminante y su principal materia prima es el aire. Según ha afirmado el director general de Messer Ibérica, Rubén Folgado, con esta inversión han creado 20 puestos de trabajo altamente cualificados de forma directa y otros 50 de forma indirecta a través de las empresas proveedoras.
El president Aragonès ha asegurado que esta inversión de Messer en Vila-seca «genera oportunidades desde el punto de vista del fortalecimiento de la industria química y refuerza inversiones futuras, ayuda a la creación de puestos de trabajo de calidad y alinea plenamente el futuro de una de las principales industrias de Catalunya con los objetivos de desarrollo sostenible».
En este sentido, Aragonès ha subrayado que la nueva planta de gases ayuda a avanzar hacia la descarbonización. «El reto que tenemos es que esta transición hacia un nuevo modelo económico sea mucho más eficiente energéticamente, con una apuesta clara por las renovables», ha expresado.
Aragonès, además, ha puesto de manifiesto el compromiso de la Generalitat con la formación y ha hablado que otro de los grandes retos es «seguir proporcionando personal formado y preparado. Ese puede ser uno de los cuellos de botella que podemos encontrar en el proceso de reindustrialización de Catalunya».