Después de que la Comisión Europea avalara la fusión de Orange y MásMóvil hace un par de semanas, la operación solo necesitaba el último fleco para materializarse: el visto bueno del Gobierno.
Y lo recibió este martes después de que el Consejo de Ministros haya aprobado la fusión. «De esta fusión resulta el primer operador de España, con más de 30 millones de clientes móviles, 7 millones de banda ancha y 2 millones de clientes de servicios de televisión», indicó el ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá.
Esta nueva empresa será el primer operador del país, dando por concluido el reinado de Telefónica, hasta ahora líder indiscutible del mercado de las telecomunicaciones. Tras la autorización del Ejecutivo, se espera que los trámites administrativos pendientes para cerrar la operación de forma definitiva concluyan en un par de semanas, por lo que se cumplirán los plazos contemplados por ambas compañías, que esperan terminar la transacción en el primer trimestre del año.
La operación está valorada en 18.600 millones y los compromisos de inversión en el plan industrial de la nueva entidad son «muy importantes», destacó el ministro. «Son muy explícitos en términos de inversiones en conectividad fija y móvil y en cómo se van a operar las redes», dijo Escrivá, que explicó que no se pueden dar muchos más detalles porque se desvelarían elementos competitivos de la nueva compañía. Aún así, indicó que el plan contiene compromisos de mantenimiento del empleo «suficientes».
De cómo afectará la fusión a las plantillas de ambas compañías no se sabe nada a ciencia cierta. El consejero delegado de Orange España, Ludovic Pech, señaló que la sinergia se sostenía sobre asuntos «industriales, y no sobre temas de empleo», pero habrá que esperar para ver cómo se desarrolla la operación los próximos meses. Las actividades conjuntas de ambas empresas se formalizarán en una joint venture controlada 50%-50%.
El actual consejero delegado de MásMóvil, el austriado Meinrad Spenger, será el futuro consejero delegado de la nueva operadora, según recoge el acuerdo. Y el actual CEO de Orange en España, Ludovic Pech, será el nuevo director financiero. El presidente de la joint venture será el actual presidente de Orange, Jean Fraçois Fallacher. Lo que se desconoce es el nombre comercial que tendrá esta nueva empresa y dónde estará la sede la compañía (actualmente ambas están en Madrid, la de Orange en Pozuelo y la de Grupo Másmóvil en Alcobendas).
El acuerdo fue anunciado hace más de dos años y la Comisión Europea ha tardado todo este tiempo en resolver la operación, que finalmente condicionó a que los dos operadores tomen medidas para asegurar la competencia. Estos son los denominados remedies (concesiones) que Orange y MásMóvil se han comprometido a acatar. Ambas tendrán que ceder parte de su cuota de redes móviles a Digi para que este tercer operador pueda ejercer competencia en España frente a la empresa que formen Orange y MásMóvil. También deberán ingresar en un acuerdo de roaming nacional opcional. Se busca así dar libertad a Digi para permanecer con su proveedor mayorista actual (Telefónica) o elegir otro operador de red móvil, como Vodafone o esta empresa conjunta.
Este traspaso de determinados activos a Digi se concretó el pasado mes de diciembre. Por un lado, MásMóvil le ceden una parte de las licencias de espectro de telefonía móvil por 120 millones de euros y, por otro, Orange pactó la opción de que Digi use su red en condiciones preferentes.
