La OCDE, que como casi nadie tampoco había anticipado que la economía española podría crecer un 2,5 % en 2023, ha revisado ligeramente al alza su previsión para este año al 1,5 % y mantiene la del 2 % para 2025, que en ambos casos estarán muy por encima de las cifras del conjunto de la zona euro.
En su informe interino de Perspectivas publicado ayer, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sube en una décima la cifra que había dado para España en 2024 y se alinea con la que presentó la semana pasada el Fondo Monetario Internacional (FMI), que además auguró un 2,1 % en 2025.
Más allá de coincidir en la tendencia general a la ralentización de la economía mundial este año, lo más sobresaliente en el caso de España es la persistencia de una disonancia con la evolución del resto de los grandes países europeos, que están mucho más estancados.
Los autores de este nuevo estudio han corregido a la baja sus proyecciones para la zona euro en su conjunto en 2024, con un incremento del producto interior bruto (PIB) que estará limitado al 0,6 % (tres décimas menos de lo que avanzaban hace algo más de dos meses), y que se parecerá mucho al magro 0,5 % de 2023. Los tres grandes de la moneda única se quedarán en un 0,3 % para Alemania, un 0,6 % para Francia y un 0,7 % para Italia, y la eurozona progresará muy tímidamente en 2025 hasta un 1,3 %, que otra vez es inferior (en dos décimas) al estimado por la OCDE en noviembre.
El empuje de España, notable en el contexto de un Viejo Continente que sigue muy lastrado por el choque de la energía que ya empezó antes de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, es no obstante inferior al de Estados Unidos, que debería crecer un 2,1 % este año y un 1,7 % en 2025.
Preguntada por las razones del comportamiento mejor de la economía española que el de los otros países de la zona euro, la economista jefe de la OCDE, Clare Lombardelli, ha destacado en la presentación a la prensa que había «sufrido menos por la crisis de la inflación», que al final no le ha afectado tanto. La baza comparativa de la inflación en España, que en 2023 ha sido más baja que en el conjunto de la eurozona (3,4 %, frente al 5,4 %) se va a perder tanto este año (3,3 % comparado con el 2,6 %) como el próximo (2,5 % frente al 2,2 %), según la OCDE.