La FP Dual es una modalidad dentro de la Formación Profesional donde el alumno realiza alrededor de unas 1.000 horas de prácticas en la empresa. «Esto representa un beneficio para el alumno, por la experiencia laboral que puede adquirir y para la empresa, porque les forman en su forma de trabajar y en su cultura y muchas veces acaba de ser como un proceso de selección», explica Oriol Vernet, profesor del Departament de Química del Instituto Comte de Rius de Tarragona y coordinador de la Formación Profesional del centro.
Prácticamente todos los ciclos que se ofertan dan respuesta a las necesidades que hay en la industria, además se puede acceder a través de distintas modalidades: «habiendo finalizado los estudios de la ESO, a través de un ciclo formativo de grado medio o tras haber cursado Bachillerato».
Es uno de los centros más especializados, que despierta más interés, sobre todo por el «boca a boca y la experiencia de éxito de sus alumnos», con altísimas inserciones laborales. Los datos constatan esta realidad: en la última promoción de los ciclos formativos de química e industrial del IES Comte de Rius, los alumnos que lograron tener un empleo es del 92%.
«En nuestro instituto, actualmente, rondan los 1.100 estudiantes», relata Vernet. Y en determinados ciclos suele haber más cantidad de hombres que de mujeres, algo que intentan revertir, porque el de la química y la industrialización son sectores que, a día de hoy, ofrecen las mismas posibilidades para todos. Sin embargo, «nos cuesta mucho que las chicas se apunten a los ciclos más relacionados con este sector; desconocemos si es por un motivo cultural, pero no aumenta el porcentaje de matrícula femenina más allá del 20-25%», asegura Vernet.
Esta modalidad de estudios tampoco entienden de edad. «Nunca es tarde para estudiar una FP Dual», porque es tanto para jóvenes que quieren entrar en el mundo laboral, como para «cualquier persona que lleve años en él y que quiere mejorar su posición, profundizar en sus conocimientos o hacer un cambio de sector».
Y es que la química y la industria «ofrecen una posibilidad de proyección y de mejorar las condiciones laborales con empleos bien retribuidos, con horarios cómodos y flexibles».