El número de hipotecas firmadas sigue creciendo a cada mes que pasa. Si la cifra ha ido aumentando lentamente año tras año durante esta última década, en la que se ha ido recuperando de los estragos de la crisis de 2008, la demanda de financiación para la compra de fincas se disparó el año pasado –pese al pequeño frenazo que sufrió en 2020 a causa de la pandemia– consiguiendo cifras récord desde la explosión de la burbuja inmobiliaria. En este sentido, si los datos de este primer trimestre de 2022 en Tarragona, un 32% superiores a los del mismo periodo de 2021, siguen la tendencia actual podrían sobrepasar con creces los espectaculares números del año pasado.
Son muchas las voces expertas que aseguran que la previsible subida de los tipos de interés es una de las causas que ha provocado que durante este inicio de 2022 se hayan disparado las hipotecas constituidas sobre viviendas. Habrá que ver entonces, cuando se incrementen dichos intereses, si la demanda de préstamos sigue creciendo o, por el contrario, se estabiliza. Por otro lado, notarios y agentes inmobiliarios señalan también la recuperación de la actividad económica tras la pandemia y la capacidad de ahorro de muchas familias durante este periodo como posibles motivos de estas cifras tan altas.
Con los números del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la mesa, en este primer trimestre de año ya se han firmado 2.982 hipotecas en la provincia de Tarragona, muy por encima de las 2.260 que se firmaron durante los tres primeros meses de 2021 –en el conjunto del año fueron 10.247–. Por otro lado, y para hacerse una idea de la tendencia de los últimos 20 años, en 2003 se constituyeron 28.795 hipotecas en toda la demarcación. Una cifra que alcanzó las 45.436 en 2006, cayendo a 42.221 el 2007 y sufriendo una reducción importante a partir del 2008, con la crisis económica, cuando tan solo se firmaron 20.900. Entonces empezó una caída en picado que en 2014 llegó a la cifra más baja de este siglo, con 5.158 hipotecas registradas, aunque a partir de ahí fue creciendo lentamente hasta llegar a las 7.934 en 2019. En 2020, con la pandemia, cayeron ligeramente hasta las 7.766 anuales, y ya en 2021 se dispararon hasta las 10.247 hipotecas firmadas. Una cifra que, si se mantiene el ritmo del primer trimestre, será superada este 2022. Cabe destacar también que el importe de las hipotecas ha incrementado en los últimos dos años, a causa de la inflación y del aumento del precio de la vivienda. Paralelamente, alrededor del 98% de las hipotecas firmadas este primer trimestre de 2022 se han constituido sobre fincas urbanas, de las cuales un 80% han sido viviendas.
«Desde que empiezas a pedir una hipoteca hasta que la firmas no pasan 15 días, tardas un periodo largo de tiempo, con lo que creo que el incremento de este primer trimestre de año no se debe solo a la previsible subida de tipos de interés, sino que pienso que se debe a que hay más actividad económica con la recuperación postpandemia», explica Martín Garrido, delegado del Col·legi Notarial de Catalunya en el distrito de Tarragona. Así, comenta que «el 2019 ya fue un año de mucha actividad en el sector y la previsión era que 2020 lo superara de sobras, aunque la llegada de la pandemia obligó a cerrar dos meses». A pesar del cese de la actividad, Garrido recuerda que el resto del año «se trabajó y se hizo bastante», hasta que en 2021 se disparó la constitución de hipotecas.
En cuanto a los intereses, Garrido pone de relieve que «la mayoría de préstamos se han ido a tipo fijo porque un empleado, con un sueldo determinado, no puede estar a expensas de las subidas y bajadas de intereses a las que te enfrentas con el tipo variable». De hecho, ahora, con la entrada en positivo del euríbor, se espera un encarecimiento de entre 32 y 63 euros al mes de las hipotecas a tipo variable.
El notario tarraconense sostiene otras hipótesis que podrían responder a este aumento de la demanda de hipotecas. Por un lado, Garrido habla de un «tema sociológico», y es que «desde 2008 han pasado 14 años y hay mucha gente joven que quiere comprar que no sufrió aquella crisis, para ellos es historia». Asimismo, recuerda que «antes de la pandemia había muchas operaciones que no se financiaban porque la gente tenía más dinero, y ahora piden préstamos porque van con mucho más cuidado». En este sentido, justifica que la mayoría de hipotecas se pidan para fincas urbanas porque «las rústicas son más baratas y se pagan al contado. De hecho, el otro día firmé una venta de un terreno de dos hectáreas por 2.000 euros».
Por su parte, Emma Monlleó, codirectora de Finques Tarragona, defiende que, aunque ahora la previsión es que suban los tipos de interés, con el euríbor en negativo han estado muy bajos y por ello cree que mucha gente ha aprovechado para firmar hipotecas. No obstante, señala también que, a pesar de la crisis económica derivada de la pandemia, «aquellas personas que no han sufrido ERTE han tenido mucha capacidad de ahorro», y es una de las causas que asocia al incremento de la demanda de financiación para la compra de fincas. En relación al aumento del importe de las hipotecas, Monlleó afirmaba que «han incrementado en poco los precios en el mercado de la vivienda, por la inflación y la ley de la demanda y la oferta, principalmente».
Aprovechar el momento
Una de las personas que ha apostado por pedir una hipoteca en los últimos meses es Aitor Ubeda, de 28 años y vecino de Torredembarra. Explica que «no me lancé porque viera que podían subir los tipos de interés, sino porque muchos amigos se habían hecho hipotecas el año pasado con los tipos por debajo del 1% y vi que era un buen momento y podría conseguir algo parecido». En este sentido, señala que «había entidades que ya me hacían ofertas con un mínimo del 2%, y otras que solo a tipo variable por la inestabilidad del mercado», y añade que «al final la firmé con un interés del 1,4% a tipo fijo». Para hacerse una idea de la situación actual, Ubeda explica que «algunos compañeros de trabajo, que tienen unos 50 años, firmaron su primera hipoteca con tipos del 8 y el 9%».