La línea de avales del ICO para que las empresas tengan liquidez puede ser la tabla de salvación del negocio crediticio. Lo revelan las cuentas de resultados de los bancos en el primer trimestre, a pesar que el verdadero aluvión de peticiones ha llegado en abril y se prolongará hasta junio.
«A principios de año creíamos que el saldo de hipotecas sería creciente y que el de empresas iba a ser algo negativo, y ahora vemos lo contrario», explicó el consejero delegado de Bankia, José Sevilla. Previsiblemente, las operaciones de compraventa sufrirán en los próximos meses, y con ello las solicitudes de hipotecas. En 2019 la banca acumulaba un saldo hipotecario de 510.868 millones de euros, lejos de los 604.000 millones del año 2013, el peor de la anterior recesión. En el caso del crédito a las empresas, el año pasado cerró con 473.578 millones. Solo con las líneas de avales del ICO del último mes, este importe se incrementará, compensando parcialmente la caída de hipotecas y prestamos al consumo.
El Consejo de Ministros de mañana autorizará el tercer tramo de 24.500 millones de euros para créditos a empresas después de que hasta el 22 de abril haya avalado más de 18 millones, una inyección financiera de 24.452 millones. El Estado tiene previsto autorizar garantías empresariales hasta por 104.000 millones.