Nombre: Josep Oliver
Cargo: Catedrático emérito de Economía Aplicada en la UAB
- Economía aplicada: Josep Oliver es catedrático emérito de Economía Aplicada en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y director del ‘Anuari Econòmic Comarcal’ BBVA.
De forma agregada, y condicionado a que la variante ómicron [de la Covid-19] no sea un choque persistente y solo un pico, en este escenario, sumando el consumo, que sigue contenido por cierta incertidumbre y que creció con intensidad en el tercer trimestre del año pasado, las exportaciones y los fondos ‘Next Generation EU’ y el efecto arrastre que tienen en la inversión privada, pienso que un crecimiento en torno al 6% del PIB debería ser posible a finales de este año 2022.
¿Todo condicionado, otro año más, a la evolución de la crisis sanitaria?
Durante este 2022 deberíamos cerrar el expediente Covid y entrar en una fase de crecimiento nuevo que, si la pandemia remite, debería ser muy positivo, porque [el instrumento] Next Generation EU ha de coger un rodaje, y con él tienes un efecto arrastre. Si la pandemia acaba controlada después de este último brote, el Next Generation nos debería empujar con cierta intensidad los próximos años.
¿Cómo llegamos a ese crecimiento del 6% a finales de este año?
Aquí, la piedra de toque son los servicios personales: la hostelería, la restauración, las actividades recreativas y artísticas. En Catalunya suponen el 33% de la ocupación, y en Tarragona es una cifra incluso más elevada. Este es el núcleo básico de la recuperación, vinculado a la demanda de las familias o a los extranjeros. En este segundo caso, no tendremos una recuperación de los turistas extranjeros de golpe pero, desde el punto de vista del valor añadido y económico, puede ser perfectamente compatible un menor número de viajeros.
¿Tenemos ese tejido empresarial de pymes en condiciones para afrontar esos retos, tras casi dos años de pandemia?
Si discriminamos las grandes empresas de las pequeñas, que en su caso quizás sí que las habrá que han cerrado, si la demanda se recupera, igual que han cerrado volverán a abrir. La inquietud que apunta, en el sentido de que habrá desaparecido parte del tejido productivo, es en aquel tipo de tejido productivo extraordinariamente flexible, y donde antes había un comercio ahora habrá otro.
«La piedra de toque en la recuperación son los servicios personales: hostelería, restauración, actividades recreativas y artísticas»¿Han funcionado medidas como los ERTE para preservar este tejido productivo?
Por magnitud del choque, en términos ocupacionales hemos salido bien parados respecto a la anterior crisis, con redes de seguridad como los ERTE financiados en parte con dinero europeo, con instrumentos como el SURE. Pero el salvavidas para las empresas fueron los créditos ICO, y creo que, por lo que voy viendo, se alargarán los plazos de devolución y de carencia. No creo que se hayan de ejecutarlos en 2022, para evitar cierres de empresas que son viables. Me parece que la red de seguridad en forma de créditos no se retirará de manera inmediata.
¿Volvemos a niveles de ocupación prepandemia?
Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) y de afiliación a la Seguridad Social no dicen lo mismo, lo que indica que estamos asistiendo a un cierto proceso de regularización. La afiliación nos dice que se han superado los niveles de 2019, mientras que la EPA nos dice que no. Esta asimetría se explicaría en parte por la economía sumergida, pero mientras sigamos teniendo 300.000 personas en ERTE, no habremos recuperado los niveles prepandemia. Pienso que este año deberíamos recuperar tanto el nivel de afiliación a la Seguridad Social como el de ocupación en la EPA.
La pandemia ha replanteado prioridades en el mercado laboral, con fenómenos como la Gran Renuncia en los EEUU, que aquí llega en forma de dimisión emocional, burnout y caída de la productividad... ¿Somos conscientes de ello?
Lo que es un problema en los EEUU o Gran Bretaña cuando, tal y como indica, no todos los que podían volver al trabajo han vuelto, aquí no tenemos indicadores de que haya sido así. En nuestro caso no me parece que haya de ser un problema, porque hay un bajo peso de los ocupados de entre 16 y 35 años. El grueso de ocupados tiene más de 35 años, y por lo tanto en muchos casos tiene familia y no puede permitirse coger por ejemplo un año sabático. Eso no excluye problemas de baja productividad por cuestiones psicológicas, como los que apunta.
El Banco Central Europeo (BCE) tiene intención de cortar los estímulos en marzo. ¿Cómo impacta eso en la recuperación?
Ciertamente, el BCE termina con su Pandemic Program de compra de deuda. Pero también hay que señalar que ha dicho que las amortizaciones de deuda volverían a reinvertirse en nuevas compras de deuda hasta como mínimo finales de 2024. Así que, pese a que el BCE no continuará comprando deuda pública con el programa pandémico, seguirá comprándola con su programa ordinario, y refinanciando lo que ya se ha comprado. Se esperan tipos de interés muy bajos, y con ellos una recuperación de la confianza y el inicio del retorno a la normalidad.
Pero aquí se cruza una escalada de la inflación que quizás obligue al BCE a que esos tipos de interés no sean tan bajos...
Respecto a la inflación, en el Banco Central Europeo (BCE) esperan que durante la segunda parte de este año flexione a la baja, y todas las predicciones van hacia aquí. Además, el BCE añade a lo que ya ha comunicado que sus tipos de interés no subirán hasta que la inflación esté durante un periodo largo en torno al 2%. Esta es la posición del BCE, y no se observan hoy en Europa los efectos de una segunda ronda de inflación, con una espiral de precios-salarios a nivel sindical. Más bien la pandemia juega en el sentido de una contención de la demanda, y en los próximos meses tendremos que ver una recuperación de la oferta, porque con la Covid-19 no se ha destruido capital productivo, y hay nuevas inversiones en marcha que deberían dar nuevos resultados.
«España no está acostumbrada a gestionar fondos como los ‘Next Generation’ de manera rápida»Queda la cuestión de la energía. ¿Hasta qué punto debería preocuparnos su encarecimiento?
El tema energético me supera en el análisis estrictamente económico, porque hay un componente geopolítico detrás. Hay elementos donde todo apunta a que lo razonable es que se resuelva, y que en Europa recuperemos la oferta de gas que teníamos antes [del corte de suministro desde Rusia], más el aumento que ha de generar la entrada en funcionamiento del gasoducto Nord Stream 2. Aunque hay un elemento de fondo a destacar.
¿Cuál?
Se trata de la descarbonización, que generará un precio de la energía más alto del que estábamos acostumbrados aunque, en términos de crecimiento de precios, no tan fuerte como en los últimos meses.
¿Qué papel van a tener este año los fondos Next Generation EU?
Pienso que el año 2022 será el de los Next Generation, porque el 2021 ha pasado sin pena ni gloria [en un instrumento pensado para los años 2021, 2022 y 2023]. Mi convicción es que los Next Generation EU serán en 2022, 2023 y 2024 para las ayudas y en 2025, 2026 y 2027 para los créditos. El gobierno español ya ha empezado a mover ficha para pedir créditos. Es un período de seis años que justo empezó a finales del año pasado. Pero aunque se pusiese en marcha este año 2022, no verías sus efectos hasta después, porque esto no es inmediato. Tú haces la inversión hoy, pero el rendimiento económico y el efecto de fondo de arrastre será un proceso.
Porque la voluntad de la Comisión Europea con este instrumento es lograr transformaciones profundas, ¿es eso?
Efectivamente. El PERTE (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) del automóvil y la digitalización, por ejemplo, son dos terceras partes de los 140.000 millones de euros que recibirá España, y justo ahora empiezan a abrirse concursos y convocatorias, con lo que los efectos económicos de todo ello se alargarán mucho más allá. Hasta que la factoría de baterías eléctricas no esté acabada, por ejemplo, pasarán trimestres. Después, [para este plan de electrificación de la movilidad] has de poner conducciones de luz hasta las estaciones de carga, has de generar energía eléctrica y después distribuirla... Estamos hablando de un proceso grande.
«El papeleo de los ‘Next Generation’ no será banal: Cámaras de comercio y patronales deben ponerse al frente»¿Solo vamos a ver grandes PERTE?
Hay el resto, lo que si me permite podríamos llamar ‘la pedrea’ del Next Generation, que son aspectos más pequeños, importantes, pero que se pueden poner en marcha más rápidamente, Y que, además, son más perceptibles. Pero veremos unos cuantos PERTE más, que ya están en la pipeline. La cuestión es que España no está acostumbrada a gestionar estos fondos de manera rápida.
Y si esto ya es así en el caso de un PERTE donde intervienen grandes empresas, ¿podemos pensar que un ministerio será capaz de bajar la gestión de los Next Generation hasta la escala de una pyme?
En el caso de las pymes, no se trata tanto de que la pyme tenga que participar en la convocatoria, sino que la organización empresarial en la que se encuentra esta pyme pueda participar en ella. Organizaciones empresariales, cámaras de comercio, etcétera, tienen trabajo en informar y agrupar propuestas para gestionarlas ante los ministerios. Aquí, le añadiría una nota a pie de página.
¿De qué se trata?
La Comisión Europea aprueba los fondos, y a continuación nombra un comité que vigila que ese dinero se gaste donde se tiene que gastar. El papeleo no será banal. Hay mucho trabajo de representación, y todos hemos de presionar a las cámaras de comercio y a las patronales para que se pongan al frente de las convocatorias. No debe ser una batalla individual del Quijote de la pequeña empresa.