El impuesto a la banca está en el aire después de que el PSOE haya optado por posponer hasta el jueves la Comisión de Hacienda y Función Pública que iba a aprobar el dictamen de la ley. Precisamente, el jueves era cuando el Congreso de los Diputados iba a dar luz verde a la norma, con lo cual, la tramitación parlamentaria se retrasa.
La negativa de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Euskal Herria Bildu (EH Bildu) pone en jaque el calendario, pues los socialistas, después de llegar a un acuerdo con Sumar para mantener el impuesto a la banca y renunciar al de las energéticas, necesitan de la mayoría de investidura para que la norma prospere.
La idea de los socialistas era convertir en impuesto el gravamen a los bancos, que expira a finales de año, y mantenerlo durante tres anualidades más. Sin embargo, la negativa de Esquerra y Bildu a dejar caer la tasa a las energéticas ha provocado fricciones y, en consecuencia, que el paquete, por el momento, no pueda aprobarse.
El camino que siguió el Ejecutivo fue el de usar la ley para que las grandes empresas y multinacionales tributen en España a un tipo mínimo del 15% en el Impuesto de Sociedades para, vía enmiendas, incluir los cambios fiscales acordados.
«Los impuestos son necesarios para garantizar el funcionamiento de los servicios básicos», Jordi Salvador, diputado de ERC en el Congreso
La primera intención era la de mantener tanto el impuesto a la banca como a las energéticas. Sin embargo, el PSOE llegó a un acuerdo con Junts per Catalunya y con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) para, entre otras medidas, suprimir la tasa energética, pero mantener la bancaria.
Acuerdo al que se unió este lunes Sumar, pero que es rechazado por ERC, Bildu y también por el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Podemos, que mantienen su voluntad de dar continuidad al gravamen energético.
Jordi Salvador, diputado tarraconense de ERC en el Congreso, pone el foco en que el tributo a las energéticas «pone el foco en los beneficios»: «Los impuestos son necesarios para garantizar el funcionamiento de los servicios básicos; si no hay impuestos ¿cómo se reconstuye Valencia?».
Por otra parte, a pesar de su postura de mantener el impuesto, defiende «bonificaciones fiscales a empresas que demuestren que reinvierten su beneficio en materia social o de transición energética».
«No entendemos por qué se puede renunciar a un impuesto que recae sobre los beneficios», Jordi Salvador, diputado de ERC en el Congreso
«No entendemos por qué se puede renunciar a un impuesto que recae sobre los beneficios y que no afecta a ninguna empresa que no supere los 700 millones de resultado», expresa.
PSOE y Sumar, por su parte, han llegado a un acuerdo por el que se eliminará la exención de la que ahora disfrutan los seguros de salud privados y se creará un impuesto para los bienes de lujo, a cambio de la renuncia del partido de Yolanda Díaz a convertir en impuesto el gravamen energético.