Foment del Treball denunció ayer que Catalunya sufre un déficit en infraestructuras, tanto desde el Gobierno del Estado como de la Generalitat, de hasta los 42.500 millones de euros entre 2009 y 2023. Estas carencias, según la patronal, afectan de lleno a la provincia de Tarragona, donde identifica diferentes proyectos que deberían ponerse en marcha.
En el ámbito ferroviario, Foment reclama la puesta en marcha del Tramvia del Camp de Tarragona, la conexión de la alta velocidad con el Aeropuerto de Reus y la apuesta por potenciar el transporte de mercancías con la ejecución completa del corredor Mediterráneo y convertir en ancho internacional el tramo entre Portbou y Figueres. En relación con las comarcas tarraconenses, la patronal plantea que Catalunya consiga la autosuficiencia hídrica gracias a proyectos como la conexión entre el consorcio de aguas de Tarragona y la red Aigües Ter-Llobregat.
El presidente de la patronal, Josep Sánchez Llibre, tildó la cifra de 42.500 millones de euros de déficit en infraestructuras en Catalunya de «escandalosa» y denunció que es una «situación intolerable» y «una tomadura de pelo». «Apelo a la responsabilidad de las administraciones públicas para que se resuelva de una vez por todas estos problemas de inversiones», señaló. Sánchez Llibre advirtió que la falta de inversión supone una «pérdida de competitividad» y de «capacidad económica de bienestar y de calidad de vida» de los ciudadanos.
«Como presidente de Fomento me causa cierta vergüenza denunciar públicamente año tras año esta nefasta actuación de la gestión de las diferentes administraciones públicas, tanto del Estado como de la Generalitat, en todas aquellas inversiones que deberían haberse hecho en los últimos 14 años», exclamó el presidente de la patronal en la rueda de prensa para presentar el estudio El déficit de inversión en infraestructuras en Catalunya 2009-2023.
El año pasado, el mismo estudio de Foment, pero hasta el 2022, cifró el déficit en infraestructuras en Catalunya en 39.369 millones de euros, con lo que en un año ha aumentado en 3.117 millones de euros. De hecho, la tendencia ha sido siempre ascendente desde 2010, cuando se registró un superávit de 83 millones de euros y el déficit ha escalado desde 3.587 millones de euros en 2011 hasta cerca de 42.500 a 2023. Como en otros años, la patronal pide una inversión recurrente equivalente al 2,2 % del PIB catalán. Según sus cálculos, la puja sólo superó este porcentaje en 2009, con un 2,8 %. En cuanto al resto de año y coincidiendo con la crisis financiera, se torció fondos en 2012, con un 0,4 % y no superó el 1 % hasta 2021, mientras que en 2023 fue del 1,1 % (3.318 millones de euros).