El consejero delegado del Banco Sabadell, César González-Bueno, considera que es «deseable» que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) espere a conocer la opinión de Competencia antes de aprobar la opa del BBVA sobre la entidad catalana.
De esta forma, argumenta, los accionistas del Banco Sabadell podrán tener la máxima información posible antes de decidir si venden sus títulos al BBVA, que ofrece una acción suya por cada 4,83 de las del banco que aspira a controlar.
En una entrevista, el máximo ejecutivo del Sabadell ha insistido en que no está prejuzgando ni diciendo al regulador bursátil lo que tiene que hacer.
No obstante, cree que es de «sentido común» no dar luz verde a la opa sin saber qué condiciones impondrá la CNMC, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
González-Bueno da por hecho que el Banco Central Europeo (BCE) dará su visto bueno a la oferta del BBVA a los accionistas del Sabadell, pues se trata de dos entidades solventes, pero confía en que el plácet del supervisor bancario europeo no precipite el visto bueno de la CNMV a la opa.
Desde el primer momento, el Gobierno mostró su rechazo a esta operación, con la que el BBVA busca hacerse con el Sabadell y fusionarlo con su grupo, sin embargo, el Ministerio de Economía tiene la última palabra sobre esa hipotética fusión y hasta ahora se ha opuesto frontalmente, entre otras razones, por el impacto que tendría sobre la competencia la desaparición de otra entidad.
Esta posición, a juicio de González-Bueno, supone ya «suficiente incertidumbre» sobre el posible desenlace que podría tener la opa en el caso de que saliera adelante por lo que, antes de un eventual canje de acciones, desea que se aclare al menos todo lo que sea posible, como las condiciones que impondría la CNMC.
Es más, sostiene que sería incluso deseable para el propio consejo de administración del BBVA conocer qué opina Competencia antes de tomar una decisión sobre el canje de títulos que ofrece a los accionistas del Sabadell.
Según González-Bueno, hay «mecanismos jurídicos» para que la CNMV retrase la aprobación de la opa hasta que se pronuncie Competencia, sin embargo, no aclara si eso da la posibilidad a que el propio BBVA o incluso el Sabadell lo soliciten.
El proceso se alargaría
En el caso de que el supervisor bursátil decidiera esperar, la duda entonces sería cuánto tiempo podría demorarse Competencia en emitir su opinión, pues a pesar de que habitualmente decide en una primera fase, fue así incluso en la fusión de CaixaBank y Bankia, González-Bueno ve probable que en esta ocasión lleve más tiempo.
El consejero delegado del Sabadell recuerda que ha habido «un nivel de acuerdo sin precedentes» en el que sindicatos, empresarios, comunidades autónomas y «todo el arco político» han considerado que esta operación plantea problemas de competencia.
Su conclusión es que parece que hay «una base social amplia y diversa» que tiene deseo de expresar su opinión a la CNMC y eso solo podría hacerse si el estudio de la opa pasa a una segunda fase en la que Competencia estuviera dispuesta a oírlas y abriría la puerta además a que el Gobierno, a su vez, impusiera condiciones.
Las pymes, argumenta González-Bueno, necesitan trabajar con varios bancos porque eso les permite tener competencia. No quieren tener a todos los bancos, sino la posibilidad de incluir a unos y sacar a otros cuando fuera necesario, ha añadido para defender la conveniencia de que el Sabadell siga existiendo.
«En el mundo de las pymes estamos llegando a límites que empiezan a preocupar a la sociedad», ha añadido, antes de recordar que una de cada dos pymes es cliente del Sabadell, así que tendrían que ser compensadas si se les va a privar de esta posibilidad.
Con eso se refiere a las condiciones que podría fijar Competencia que, explica, no están para perjudicar al BBVA sino para garantizar que haya alternativas y garantizar una capacidad de elección similar para los clientes.
La opinión del consejo de administración del Sabadell
Cuando el BBVA consiga el visto bueno a la opa sobre el Sabadell, el consejo de administración de esta última entidad tiene la obligación de pronunciarse públicamente a favor o en contra de la oferta y recomendar a sus accionistas que acudan o no al canje.
A pesar de que el Sabadell insiste en la hostilidad de la opa, al no haber sido negociada, González-Bueno promete que el consejo tomará su decisión «sin emocionalidad» y fundamentará el porqué, aunque se intuye que no son muy partidarios porque creen que la oferta infravalora significativamente al Sabadell y hay información «incorrecta e incompleta».
«Con todas las certezas e incertidumbres, el consejo hará una recomendación a los accionistas desapasionadamente y con el máximo rigor posible», ha añadido González-Bueno.
El consejero delegado del Sabadell cree que si el BBVA pretende obtener unos ahorros de coste de 750 millones de euros con la fusión no le queda otra que hacerlo «de lleno» con recortes de personal, que además tienen un coste muy superior al que ha previsto el banco comprador en su oferta.
En su opinión, las cifras planteadas por el BBVA «parece que no están muy afinadas», por lo que desde el Sabadell piden un folleto «claro y transparente» sobre la opa para que el consejo de administración lo pueda valorar.
Ante las afirmaciones públicas del presidente del BBVA, Carlos Torres, validando los números, González-Bueno considera que las declaraciones en prensa no tienen el mismo rigor que un folleto sobre una operación que requiere el visto bueno del supervisor.
Además, reclama que en ese folleto se aclaren las posibles sinergias que el grupo obtendría en el caso de que finalmente se haga con el control del Sabadell pero no pueda fusionarlo y ve imposible que pretendan ahorrar 750 millones solo con ahorros en tecnología, si el gasto en esta partida es de 400 millones.
Sin «caballero blanco»
Por otro lado, el máximo ejecutivo del Sabadell insiste en el compromiso de la plantilla y la confianza que están demostrando los clientes en estos momentos, por lo que ve difícil que en estos momentos otros bancos les roben negocio.
«En este río revuelto no parece que nos estén pescando», ha dicho tras las declaraciones del consejero delegado del Banco Santander, que tiraba del refranero español para hablar de las oportunidades que se presentan cuando la competencia está inmersa en procesos de este tipo.
Aunque González-Bueno defiende el potencial en solitario del Sabadell y confía en que los resultados seguirán sorprendiendo al mercado y repartirán, como poco, 2.900 millones a los accionistas en dos años -sin descartar dividendos extraordinarios- y descarta que aparezca un «caballero blanco» con una oferta superior a la del BBVA.
Por el tamaño del Sabadell, piensa que una contraopa solo podría venir de CaixaBank o del Santander, y descarta a ambos porque tendrían los mismos problemas de competencia que se encontrará el BBVA.