El director general de generación de Endesa, Rafael González, ha asegurado que Egpe (su división de renovables Enel Green Power España) «apuesta por Catalunya», donde proyecta unos 700 megawatios (MW) de nueva potencia renovable entre eólicos, fotovoltaicos y proyectos en hibridación.
Endesa tiene planificadas inversiones por 700 millones de euros para implantar nuevas renovables en Catalunya en los próximos cuatro años, y se podría elevar a 1.000 millones si se materializan otros 300 MW que están en cartera, como avanzó ‘Expansión’.
«Estamos decididos a invertir y a contribuir en la transformación del modelo energético en Catalunya y en su estrategia de descarbonización», ha dicho González. Egpe gestiona 2.000 MW hidráulicos con más de 50 centrales a lo largo de las cuencas de Cataluya y 2 parques eólicos que adquirió ya en servicio de 44 MW y 30 MW (Montargull y Les Forques, entre las provincias de Lleida y Tarragona).
En las cuatro provincias
De los 700 MW aproximadamente en desarrollo, 500 son eólicos en fase de tramitación repartidos por las cuatro provincias y 36 en dos plantas solares fotovoltaicas.
Las hibridaciones «tienen también un peso significativo» de los proyectos, con el inicio del desarrollo de instalaciones fotovoltaicas en la Central Hidráulica de Canelles (Lleida), en el sistema hidráulico del río Noguera Pallaresa y aprovechando los parques eólicos ya en servicio en la Catalunya central.
Los proyectos de hibridación generan energía renovable con dos o más fuentes de energía (como hidráulica y fotovoltaica) y compartiendo un mismo punto de conexión a la red eléctrica, lo cual permite generar más renovable aprovechando un punto de conexión ya existente sin crear nuevas infraestructuras de distribución.
González ha explicado que «Egpe está prospectando nuevas oportunidades (300 MW) en Catalunya», fruto de la capacidad de conexión que REE pretende sacar a concurso este año y nuevos proyectos de menor tamaño que puedan surgir para conectar en la red de distribución.
Proyectos avanzados
Hay varios proyectos en diferentes fases de tramitación en las cuatro provincias catalanas para «aprovechar el recurso y equilibrar el territorio», y algunos de ellos están en fase avanzada.
Uno avanzado es el Parque Eólico (PE) Galatea, el proyecto de eólica del Alt Empordà (Girona), de 49 MW, que ya tiene la declaración de impacto ambiental y podría estar operativo en 2025: «Es capaz de suministrar energía eléctrica a la mitad de los hogares de la comarca durante un año».
Otros avanzados son: en la Terra Alta (Tarragona) tres parques eólicos con 150 MW, que evacuarían en la subestación de la nuclear de Ascó (Ribera d’Ebre); proyectos eólicos en la Anoia (Barcelona) con 85 MW; y tres más en Les Garrigues (Lleida), con 150 MW.
La mayoría de los proyectos están en tramitación y prevén ponerse en servicio en 2025-26 (la fase de tramitación para adaptar un proyecto al entorno y tener permiso de la Administración suele tardar unos 2 años, y después la construcción puede durar 9-15 meses según el proyecto).
González ha destacado la voluntad de contar con la aceptación social de los proyectos renovables, con «propuestas que den respuesta a las necesidades de las comunidades locales»; en gran parte, con la construcción sostenible del proyecto (instalaciones de autoconsumo, tanques de recogida de pluviales y coches eléctricos, por ejemplo), y parte de las instalaciones se donan a esa comunidad.
También ha destacado que desarrollan iniciativas de formación, creación de empleo, proyectos que compartan el uso de la tierra con el sector primario, y fórmulas para compartir con la comunidad parte de la inversión y de la energía generada por la instalación.
Ha puesto como ejemplo que Endesa acaba de lanzar un producto de participación local para que los habitantes del Alt Empordà participen de la inversión del parque Galatea con una rentabilidad fija de hasta del 5,8% a 10 años.
