Llega un nuevo Primero de Mayo y, con él, vuelven las reivindicaciones y movilizaciones en materia laboral. ¿Cómo se presenta? Dos consensos: se repite el ritual de lema y manifiesto, pero la temperatura baja algunos grados.
A diferencia de las últimas ediciones, esta jornada reivindicativa llega atemperada por unas subidas salariales -tanto en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) como en la inmensa mayoría de convenios colectivos- que rebajan mucho las perspectivas de conflictividad que se dibujaban en los años 2022 o 2023.
El último Observatori del Treball i Model Productiu elaborado por el Departament d’Empresa i Treball de la Generalitat de Catalunya recogía, con datos de 31 de marzo de 2024, un total de 371 convenios colectivos con efectos económicos en Catalunya para este año 2024, con un incremento salarial pactado medio del 2,79%, muy cercano al incremento interanual del IPC en Catalunya, que se sitúa en el 3,1%, y por encima del incremento acumulado en lo que llevamos de año, del 1,4%.
«Necesitamos vivir, no todo es trabajar»
Joan Llort (UGT)
Por sectores, el mayor incremento medio pactado se da en la Industria, con una mejora de las retribuciones del 3,29%, seguido por la Construcción (2,70%) y los Servicios (2,64%). En el caso de la Agricultura, este observatorio no registra convenios con efectos económicos.
También el empleo cuenta hoy con datos positivos, con un descenso interanual en el número de desocupados en la demarcación de Tarragona del 1,45%, al pasar de los 41.439 parados en marzo de 2023 a los 40.619 desocupados del pasado mes de marzo. Respecto a las cifras de 2022, la mejora es todavía más abultada, al pasar de 46.687 parados a los actuales 40.619, lo que supone un descenso del 12,99%.
Con estas cifras encima de la mesa, Joan Llort, secretario general del sindicato UGT en el Camp de Tarragona, certifica una mejora en el riesgo de conflictividad laboral, aunque no da por finalizadas las reivindicaciones: «A nivel general, el análisis que hacemos es que hemos recuperado el IPC -en alusión a la pérdida de poder adquisitivo de los salarios a consecuencia de la subida de precios- y se han mejorado las pensiones, con más estabilidad en los puestos de trabajo [tras una reforma laboral que, desde 2021, ha transformado muchos contratos temporales en fijos discontinuos], pero el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ha de subir en Catalunya».
«Consideramos -explica Joan Llort- que debería alcanzar los 1.372 euros al mes en 14 pagas, que es el 60% del salario medio que hay en Catalunya, en lugar de los actuales 1.134 euros al mes en 14 pagas porque, en términos de costes y poder adquisitivo, no es lo mismo vivir en Extremadura que en Catalunya».
Pero, aunque relevantes, los salarios han perdido protagonismo, superados ahora por la jornada laboral, que se presenta como la próxima gran batalla en el diálogo social. Joan Llort lo deja claro: «Necesitamos vivir, no todo es trabajar».
El lema elegido por este sindicato para la manifestación de este 1 de mayo (Treballar menys. Treballar millor) es explícito en este sentido: «Se trata -asegura Joan Llort- de trabajar menos para vivir mejor... y cobrar más».
«Muchos convenios -prosigue este representante sindical- ya reducen horas, y muchos ya hablan de menos de 37,5 horas. Reducir las horas ha generado ser más productivos. Nuestro objetivo es ir hacia las 32 horas semanales, porque tendremos que diversificar el trabajo para que todo el mundo tenga».
«Tenemos un problema de vivienda muy importante»
Mercè Puig (CCOO)
Desde el sindicato CCOO, Mercè Puig, secretaria general en el Camp de Tarragona, destaca la calma de este Primero de Mayo: «Hemos tenido primeros de mayo en los que ha habido conflicto, y pactar ha ayudado a que la conflictividad en las empresas haya bajado».
Dicho lo cual, «aunque el conflicto, como tal, no está presente, en ocupación hemos de trabajar mucho más. La reforma laboral ha ayudado a las mujeres y a la gente joven con contratos, pero después tenemos a la gente de más de 45 años con paro de larga duración, a la cual tenemos que poner dentro del circuito».
También en este caso, el lema elegido para este 1 de mayo (Per la plena ocupació! Salaris dignes i sostre per a tothom!), a diferencia de los anteriores, focalizados en los salarios, es mucho más transversal e introduce conceptos como el de la vivienda.
También desde CCOO defienden seguir con las subidas salariales, porque «el aumento de la inflación se ha ido comiendo las subidas del SMI», explica Mercè Puig, pero ponen el foco en «el problema muy importante de vivienda que tenemos, porque la gente no puede pagar estos alquileres desorbitados, y no hay vivienda social. Hay gente joven que solo ha vivido en precariedad constantemente».
El siguiente punto, donde coinciden con UGT, es «reducir la jornada», explica Mercè Puig. «En Catalunya -prosigue-, las 37,5 horas a la semana ya se están cumpliendo como norma general, y ahora hay que ir hacia las 35 horas. Se trata de vivir mejor».
Con la jornada laboral como la reivindicación con más menciones, su grado de conflictividad, sin embargo, es mucho menor del que habían tenido las cuestiones salariales. Lo explica Josep Ginesta, secretario general de Pimec, patronal catalana de micro, pequeñas y medianas empresas: «No es un Primero de Mayo con una alta conflictividad laboral, salvo casos puntuales».
«No es un Primero de Mayo con una alta conflictividad laboral»
Josep Ginesta (Pimec)
«No nos encontramos -prosigue- en una situación como la que teníamos los dos últimos años, marcada por la tensión inflacionaria y la reivindicación salarial. Eso ya no es así: se han cerrado acuerdos y se han reubicado las cuestiones más calientes en materia salarial, y tampoco tenemos la conflictividad derivada de la vuelta de los ERTE por la pandemia. Es un Primero de Mayo más vinculado a escenarios de más tranquilidad y estabilidad laboral, y por eso se hacen propuestas como la de la jornada o las indemnizaciones por despido».
«Se trata -añade Josep Ginesta- de reivindicaciones que son más de modelo laboral, de trabajo y de progreso, que no otras clásicas, como las del año pasado, donde todavía había convenios importantes por cerrar».
Sobre la jornada laboral, «es cierto que hay un debate en torno a la reducción de la jornada -reflexiona-, pero no se ponen todos los elementos en ese debate. Es algo que está más en el ideario de los laboratorios de algunos partidos políticos que en la propia sociedad, no creo que sea un debate caliente. Sí que lo es la conciliación, pero eso significa organizarnos mejor, no trabajar menos».
«El problema que tenemos -añade- es que no se puede afrontar la reducción de jornada sin hablar de otras cosas, como la reducción del salario. Comparto que hay que abordar la jornada, tal y como hace más de cien años que se negocia, pero si pretendes que lo adopte todo el mundo de manera generalizada, no tendrás todas las realidades, y no todas las empresas podrán asumirlo».
Nieves Rabassó, presidenta de la Comissió de Relacions Laborals i Gestió de Capital Humà del Col·legi d’Economistes de Catalunya (CEC), coincide en que «noto una mayor tranquilidad, sin grandes temas convulsos: estamos ante un Primero de Mayo que va a ser muy tranquilo, pero va a haber muchos cambios. La jornada no es un tema tan importante como sí lo va a ser el cambio de modelo productivo. La Unión Europea nos está diciendo cómo hacer las cosas, y veo una evolución de nuestras empresas más pequeñas», aunque alerta también del riesgo que entraña la «burocracia e inseguridad jurídica».
«Desde Europa -prosigue- han venido muchas obligaciones que hace 15 años eran impensables, pero las empresas lo están asumiendo bien. El empresario sabe que tiene que cumplir una serie de obligaciones, pero eso también moderniza la empresa. Una vez implementado el Plan de Igualdad, por ejemplo, eso no tiene marcha atrás, y es algo bueno para la evolución de las empresas».
Josep Ginesta, de Pimec, añade a todo ello «una transición digital y verde que marcará mucho el mercado de trabajo, en algún caso por la explosión de la Inteligencia Artificial y la robotización, que cambiará los procesos productivos, pero que todavía no está sobre la mesa».
La inclusión de las palabras ‘IA Generativa’ o ‘robots’ en las pancartas de las cabeceras de las manifestaciones del Primero de Mayo queda, en este caso, para un futuro que nadie niega que puede llegar.
«Europa nos está diciendo cómo hacer las cosas»
Nieves Rabassó (Col·legi d’Economistes de Catalunya)
Día de la Seguridad y la Salud en el Trabajo
Coincidiendo con el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, el sindicato CCOO difundió esta semana un informe en el que analiza los efectos que ha tenido la última reforma laboral de 2021 en las áreas de prevención de riesgos laborales.
Su principal conclusión es que la modalidad de contrato fijo discontinuo fue la que tuvo una incidencia más alta de accidentes de trabajo (AATT) con baja en jornada durante el pasado año 2023, relevando así al contrato temporal a tiempo completo, que hasta la última reforma laboral lideraba estos indicadores de siniestralidad.
En el estudio presentado por este sindicato, la incidencia total de los accidentes con baja en jornada cayó un 4,8% en 2023 frente a 2022, un descenso que es del 3% si se compara con los datos del año 2021, antes de la aplicación de la reforma laboral. El descenso de la incidencia en los accidentes mortales, por otro lado, fue del 16,6%.
Con estos datos, el informe elaborado por CCOO destaca que «la reducción de la siniestralidad en 2023 es una buena noticia, pero todavía no supone que nos encontremos ante la solución de un sistema preventivo español que se ha deteriorado desde el inicio de la crisis económica en 2008».
Para CCOO, las cifras de 2023 pueden señalar a que la menor temporalidad en el mercado laboral ha reducido esta incidencia, aunque reconocen que es prematuro dar por ratificada esa hipótesis.
«Lo que ya parece más asentado es un proceso de traslación de incidencia desde la contratación temporal a la contratación indefinida», asegura el estudio elaborado por este sindicato.