El pasado lunes tuvo lugar la sesión inaugural de la quinta edición del curso de formación para programadores que organizan, conjuntamente, la multinacional tecnológica con sede en Reus T-Systems; Techma Business School, la primera escuela de negocios de la demarcación de Tarragona; y la Fundación Esplay, entidad que trabaja en el ámbito de la inclusión social desde la acción socioeducativa.
Un total de 19 alumnos han iniciado este bootcamp tecnológico que, con 300 horas de formación, les permitirá obtener el título de programación junior en Java y Angular. Si superan el curso, prácticamente todos encontrarán trabajo, principalmente en T-Systems, pero también en otras empresas del sector TIC, que tiene una gran demanda de profesionales formados a medida de sus necesidades.
Carlos Zaplana, jefe de la delegación de T-Systems en Reus, confirma que el porcentaje de inserción de los alumnos que han realizado anteriores ediciones de este bootcamp es elevadísimo. «Casi el 90-95% de los alumnos se han incorporado a nuestra empresa», asegura.
Zaplana añade que «una de las claves de estas formaciones es que están muy enfocadas a las necesidades que tenemos en nuestra empresa y que los jóvenes que las cursan ya salen preparados para ocupar un puesto de trabajo y ser productivos».
Se trata de un curso muy intensivo de 300 horas, 260 de las cuales de contenidos más técnicos y 40 de formación más transversal, como la comunicación, el trabajo en equipo, etc. Zaplana define la fórmula de este curso como «exitosa, por eso hemos repetido».
Para Gabriel Domènech, director de tecnología de Techma Business School, una de las claves del éxito de este bootcamp es que «acortamos el gap formativo que hay entre la formación reglada y el mundo de la empresa, con una formación muy intensiva».
En cuanto al perfil de los alumnos, Domènech explica que «es de jóvenes de entre 20 y 30 años, muchos de ellos con la FP de desarrolladores de aplicaciones móviles o de web. También hay algún universitario, pero menos». Joel Ferrer, como director del área de formación y ocupabilidad de la Fundación Esplai, pone el foco en que «la colaboración entre el sector privado, la administración y el tercer sector hace posible que hayamos obtenido unos índices de inserción laboral muy elevados en las cuatro ediciones anteriores». Ferrer dice que la clave es «seguir el modelo de la cuádruple hélice. Primero, la empresa, sabiendo sus necesidades reales y haciendo un perfil formativo a medida. Después, la administración, que ayuda a financiar estas formaciones que son muy caras (entre 3.000 y 8.000 euros), pero que el alumno no paga nada. También está la formación, lo que las empresas piden o necesitan. Y por último el tercer sector, es decir, estar al lado de los que más lo necesitan, como gente en paro, migrantes, etc.».