Camí Mestre y Anna Moreno se ganan la vida confeccionando maillots de patinaje artístico. Hace diez años dejaron a un lado su proyecto de línea de moda basada en looks iguales para madres e hijas y montaron la empresa Nana Disseny Esportiu, en Cambrils. Las primeras sorprendidas por el cambio fueron ellas. «Nunca habíamos trabajado en ese sector, pero recibimos algunos encargos por parte de conocidos y descubrimos que nos apasionaba. A diferencia de las producciones en masa, se valora el diseño, la elaboración y los detalles», cuentan estas dos emprendedoras formadas en diseño de moda y patronaje en Barcelona.
De niñas, en edad escolar, practicaron patinaje, aunque no de competición; ahora visten a campeones internacionales de este deporte. Venden en torno a 300 maillots al año. «Nunca hacemos dos iguales, lo que nos permite explotar toda nuestra creatividad y ofrecer un producto de alta calidad y exclusivo. Son personalizados, adaptados al estilo que necesite cada patinador para ayudarle a brillar en la pista. Nuestros clientes pueden incluso elegir los colores y el diseño de las telas según sus gustos o necesidades, asegurando así que cada pieza sea verdaderamente única», afirman. Pau García, Llorenç Álvarez, Carla Estrich, Natalia Baldizzione o Sira Bella lucen sus prendas.
Mestre y Moreno se encargan de todo el proceso de creación: desde la atención al cliente y el diseño del vestuario hasta los acabados finales. «Es muy laborioso, ya que todo se elabora a mano. Por ejemplo, colocamos uno a uno de los cristales strass para dar brillo. ¡Y algunos diseños llevan 10.000!», explican las diseñadoras.
Confeccionan maillots para todas la edades, niveles y modalidades de patinaje artístico: libre, figuras obligatorias, parejas de danza, solo dance, show y sobre ruedas en línea. «Nos enfrentamos a retos creativos cada año: los equipos nos piden diseños cada vez más espectaculares y diferentes para complementar sus coreografías. Estos encargos ponen a prueba nuestra creatividad e ingenio y nos permiten explorar nuevas ideas y técnicas en cada proyecto», explica Mestre.
Nana Disseny Esportiu está formada solo por ellas dos. «Aunque hay meses en los que necesitaríamos más manos para trabajar debido a la alta demanda, preferimos mantenernos como un equipo pequeño para asegurar que cada maillot reciba la atención y cuidado que merece. Y siendo sinceras, tampoco nos hemos planteado ampliar personal por los altos costes de contratación, que repercutirían mucho en el precio final del producto», dice Moreno.
Tienen la tienda y el taller en el mismo local, en la calle Josep Anselm Clavé. Y pese a que vivimos en la era digital, no disponen de una web de comercio electrónico. Sí se promocionan en las redes sociales. «La mayoría de nuestros clientes llega a nosotras a través del boca a boca, las recomendaciones en el mundo del patinaje son muy valiosas. Nuestro trabajo es nuestra mejor publicidad», aseguran. Su principal mercado es Catalunya, pero también venden en el resto de España e incluso en Francia. «Nuestro reto es seguir innovando y explorando técnicas avanzadas, sin caer en la producción en masa», concluyen.
