El turismo tiene una estrecha relación con el uso y la disponibilidad del agua. En destinos como los de sol y playa es además uno de sus principales atractivos turísticos y un elemento clave de su oferta.
En referencia a su consumo, sin embargo, el turismo es uno de los sectores globalmente menos intensivos en términos de demanda. Actualmente absorbe el 1% del consumo hídrico mundial mientras que sectores como el agrícola representan casi el 70%. Aun así, en algunos de los territorios donde el peso de la actividad turística es más relevante su incidencia se puede llegar a incrementar notablemente. Esto se debe, en parte, a que la mayoría de las zonas más visitadas coinciden en presentar unos elevados valores de escasez hídrica.
Además, el calentamiento global y la situación de emergencia climática en general, que está afectando a los recursos hídricos, tiene efectos evidentes en relación al turismo. Algunos estudios señalan que en los próximos años lloverá menos, de forma generalizada, en todo el Mediterráneo, y que se experimentarán episodios de fenómenos extremos de forma más recurrente. Esto incidirá en las dinámicas turísticas, generando nuevas preferencias y la incorporación de nuevos competidores en el mercado.
El sector turístico es consciente de ello y avanza en la adopción de soluciones que permitan una gestión más responsable del agua de acuerdo con el marco Estratégico de Referencia de Adaptación al Cambio Climático para el horizonte 2030 de la Generalitat de Catalunya. Desde esta perspectiva se propone impulsar un cambio de modelo, promover la desestacionalización y la diversificación de la oferta y mejorar la generación y transferencia de conocimiento sobre los efectos del cambio climático en turismo.
Medidas usuales y convencionales en nuestro día a día como las cisternas de doble descarga o los aireadores ya contribuyen a un ahorro hídrico significativo. En esta gestión más responsable la innovación y, concretamente, la tecnología es un buen aliado. La digitalización facilita procesos y tareas de control más precisas como, por ejemplo, el seguimiento detallado del consumo de agua mediante contadores inteligentes que ofrecen información en tiempo real.
No obstante, la falta de conocimiento de las posibilidades que ofrecen las tecnologías se postula como una de las principales limitaciones en este sentido. Desde Eurecat, se quiere contribuir a ello y se trabaja para el desarrollo e implantación de nuevas tecnologías sostenibles aplicadas a la gestión del agua. La iniciativa Watertur es un ejemplo de proyecto que trabaja en este ámbito. Se trata de un proyecto llevado a cabo junto con otros socios, centrado en la investigación en tecnologías para la gestión inteligente y sostenible del ciclo del agua en instalaciones turísticas.
La sensibilización también es una pieza clave para abogar por soluciones sostenibles. Un turista puede llegar a consumir alrededor de cuatrocientos litros de agua por día, mientras que un residente consume entre cincuenta y doscientos, según datos de la Organización Mundial del Turismo. Por ello, es conveniente implicar a la demanda turística en las medidas de ahorro y eficiencia.
Sea como sea, el sector turístico, al tratarse de una de las principales actividades socioeconómicas a nivel mundial, puede ostentar un rol de liderazgo relevante para que empresas y organizaciones se sumen, cada vez más, a este cambio. Iniciativas singulares y útiles en este sentido han sido compartidas en la jornada LABIIT de Turismo Sostenible de las Terres de l’Ebre sobre el uso responsable de los recursos hídricos en el sector turístico organizada por el Patronat de Turisme de la Diputació de Tarragona y Eurecat el pasado mes de mayo. Dichas iniciativas y acciones en alojamientos y destinos se pueden escalar y replicar en distintos contextos y ejercer, precisamente, una importante capacidad tractora.
Sara Mestre es consultora en Turismo y Cultura del Departamento de Consultoría tecnológica de Eurecat